Fracaso y éxito en gerencia
Algunos casos de éxitos trascendentes, precedidos de fracasos, que pueden servir de ejemplos son: Thomas Edison, después de cometer muchos errores para hacer funcionar un bombillo, con esfuerzo y tesón, logró su objetivo
En la Cumbre Global de Liderazgo de 2021, Rich Wilkerson Jr. en su conferencia destacó que “Un legado audaz no se da por accidente, es forjado con determinación y TRABAJO ARDUO”. La palabra arduo trasmite la idea de laboriosidad, dificultad, dureza y complejidad, pero cuando se refiere a trabajo, requiere un esfuerzo rutinario y sostenido en el tiempo, ya que el factor tiempo es clave para poder lograr el éxito en gerencia. En múltiples ocasiones cuando nos solicitan fórmulas rápidas para solucionar problemas complejos y de causa multifactorial, como es el caso del problema de la salud, les planteo que quien pida fórmulas rápidas y mágicas, desconoce la magnitud del problema, quien las ofrezca está mintiendo y quien crea en esta oferta, es un ingenuo, ya que el componente tiempo es muy difícil comprimir e imposible disminuirlo por debajo de un valor crítico.
Wilkerson hace las siguientes recomendaciones prácticas: Renombrar, replantear y permanecer en el trabajo arduo. El autor parte de la premisa que la perspectiva establece el resultado, de tal forma que una perspectiva optimista puede generar un resultado positivo. En la primera etapa o renombrar destaca que “lo que se necesita saber es que lo que se enfrente en esta etapa, es parte del plan de lo que se va a necesitar en la siguiente etapa”, por ejemplo si hay problemas financieros puede denominarse etapa de estabilización financiera, si hay problemas de desorganización puede llamarse fortalecimiento organizacional, de tal forma que el nombre adecuado, le da sentido y propósito a lo que se pretende hacer, como algo importante que justifica realizar un trabajo arduo. Ahora bien, después de renombrar hay que replantear el trabajo arduo, valorando y agradeciendo lo que se tiene, ya que las cosas que se aprecian tienden a mejorar y las cosas que se desprecian tienden a empeorar. Por último Wilkerson plantea que después de renombrar y replantear el trabajo arduo, es necesario permanecer en el tiempo, independientemente de las veces que se fracase, pero aprendiendo de estos. En el libro de proverbios atribuido a Salomón, como parte de la síntesis de la sabiduría milenaria se trasmite la idea que “El hombre justo se cae siete veces, pero se vuelve a levantar”, lo cual es un mensaje importante en gerencia y liderazgo, que invita a persistir en el trabajo arduo, sin importar el número de fracasos que se tenga y el nivel de dificultades que se presenten, ya que se debe salir fortalecido y tener una actitud con resiliencia. Lo importante es aprender del error y del fracaso.
Algunos casos de éxitos trascendentes, precedidos de fracasos, que pueden servir de ejemplos son: Thomas Edison, después de cometer muchos errores para hacer funcionar un bombillo, con esfuerzo y tesón, logró su objetivo. A él se le atribuye la frase “El genio es uno por ciento de inspiración y noventa y nueve por ciento de sudor”; Michael Jordan, quien fue rechazado del equipo de básquet de su escuela, con el tiempo fue considerado como uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos, quien dice: “He fallado una vez tras otra en mi vida, y es por esto que he triunfado”. El Dr. Luis Razetti es otro ejemplo de éxito ante la adversidad, ya que nació en 1862 en Caracas, en plena guerra federal, cuando Venezuela tenía 80% de analfabetismo y 90% de población rural, quien perdió a su padre siendo aún niño y a pesar de estas circunstancias, es uno de los venezolanos más prominente. Su condición de trabajador incansable y actitud de resiliencia, queda plasmada en su frase: “un fracaso analizado enseña más que un éxito celebrado”.
Bartolomé Finizola Celli
ascardio.coordinacion@gmail.com
Wilkerson hace las siguientes recomendaciones prácticas: Renombrar, replantear y permanecer en el trabajo arduo. El autor parte de la premisa que la perspectiva establece el resultado, de tal forma que una perspectiva optimista puede generar un resultado positivo. En la primera etapa o renombrar destaca que “lo que se necesita saber es que lo que se enfrente en esta etapa, es parte del plan de lo que se va a necesitar en la siguiente etapa”, por ejemplo si hay problemas financieros puede denominarse etapa de estabilización financiera, si hay problemas de desorganización puede llamarse fortalecimiento organizacional, de tal forma que el nombre adecuado, le da sentido y propósito a lo que se pretende hacer, como algo importante que justifica realizar un trabajo arduo. Ahora bien, después de renombrar hay que replantear el trabajo arduo, valorando y agradeciendo lo que se tiene, ya que las cosas que se aprecian tienden a mejorar y las cosas que se desprecian tienden a empeorar. Por último Wilkerson plantea que después de renombrar y replantear el trabajo arduo, es necesario permanecer en el tiempo, independientemente de las veces que se fracase, pero aprendiendo de estos. En el libro de proverbios atribuido a Salomón, como parte de la síntesis de la sabiduría milenaria se trasmite la idea que “El hombre justo se cae siete veces, pero se vuelve a levantar”, lo cual es un mensaje importante en gerencia y liderazgo, que invita a persistir en el trabajo arduo, sin importar el número de fracasos que se tenga y el nivel de dificultades que se presenten, ya que se debe salir fortalecido y tener una actitud con resiliencia. Lo importante es aprender del error y del fracaso.
Algunos casos de éxitos trascendentes, precedidos de fracasos, que pueden servir de ejemplos son: Thomas Edison, después de cometer muchos errores para hacer funcionar un bombillo, con esfuerzo y tesón, logró su objetivo. A él se le atribuye la frase “El genio es uno por ciento de inspiración y noventa y nueve por ciento de sudor”; Michael Jordan, quien fue rechazado del equipo de básquet de su escuela, con el tiempo fue considerado como uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos, quien dice: “He fallado una vez tras otra en mi vida, y es por esto que he triunfado”. El Dr. Luis Razetti es otro ejemplo de éxito ante la adversidad, ya que nació en 1862 en Caracas, en plena guerra federal, cuando Venezuela tenía 80% de analfabetismo y 90% de población rural, quien perdió a su padre siendo aún niño y a pesar de estas circunstancias, es uno de los venezolanos más prominente. Su condición de trabajador incansable y actitud de resiliencia, queda plasmada en su frase: “un fracaso analizado enseña más que un éxito celebrado”.
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