Más allá del protocolo
Anécdotas y vivencias
Nueve tomas de posesión de presidentes Electos me han llevado a estar con líderes del movimiento democrático, a través de sucesivas elecciones populares; donde se suman un conjunto de anécdotas y comentarios protocolarios que enriquece el diario del vivir de los funcionarios del ceremonial y protocolo que alcanzamos a tener la oportunidad de vivir experiencias muy cercanas de personalidades que ocupan cargos de confianza de los jefes de estado.
Ahora bien, de lo que se trata es que la Cancillería venezolana al tener conocimiento de la invitación formal que le hiciera el Dr. Jaime Lusinchi al Excelentísimo Señor José Sarney presidente de la República Federativa de Brasil, no se escatimo esfuerzo alguno en preparar el programa de visita oficial de tan insigne invitado.
El acto de recibimiento del jefe del Estado brasileño en el aeropuerto de Maiquetía, estuvo presidido por el Dr. Jaime Lusinchi, quien presento a los señores ministros miembros del gabinete ejecutivo a tan ilustre visitante. En consecuencia, Sarney, presentó su comitiva oficial que le acompañaba al jefe del estado venezolano.
Otro aspecto que marcan las visitas presidenciales, son las cenas de gala y sus respectivas recepciones e intercambios de condecoraciones. Resulta que ciertos años después de la Presidencia del Dr. Jaime Lusinchi, alcance a leer justo en un diario de mayor circulación, precisamente el domingo 13 de septiembre del año 2015, una anécdota que comentara el distinguido ensayista y crítico cinematográfico Rodolfo Izaguirre, en relación al saludo protocolar que se estila.
Pues en esta ocasión, le correspondió el turno a Rodolfo Izaguirre quien escribe y titula en su artículo “El Protocolo de José Sarney” lo siguiente. Cito: “Le estreché la mano y se me ocurrió decirle, telegráficamente, porque todo allí debe ser más que rápido, ¡veloz!: “Tengo buenos amigos en el cine brasileño”, y agregué: “¡Especialmente, Glauber Rocha!”. Sarney, visiblemente emocionado se estremeció y puso mi mano entre las suyas: “¡Era mi mejor amigo!, dijo.
“¡Era de mi mismo pueblo! ¡Qué pena que Glauber se nos haya ido tan temprano!”, refiriéndose a la muerte de Glauber (1938-1981) en plena madurez de su creación cinematográfica, y Sarney, visiblemente conmovido, olvidó por momentos dónde estaba y olvidó que se encontraba en la embajada de su país, olvidó el ceremonial, el protocolo, la fila de invitados a la espera de estrecharle también la mano que ahora, estremecido, cogía la mía entre las suyas; se olvidó de Lusinchi, del propio embajador y se lanzó a recordar a Glauber. Yo me puse nervioso porque estaba quebrantando el protocolo y durante largos y eternos minutos solo estuvimos en aquel salón él, Glauber y yo.”
Naturalmente, estas situaciones suelen suceder en el marco de anécdotas y vivencias, y donde pueden surgir momentos inesperados; en el caso mío, conozco muchas de ellas lo que no podría enumerar. Pero lo cierto es que, algunas se pueden comentar; otras me las llevaré a la tumba, para evitar que surga el incidente que pasó en la Embajada brasileña, donde el protocolo brasileño sobresaltado por el presidente Sarney, al intercambiar durante largos y eternos minutos, saludos con el conocido ensayista y crítico cinematográfico Rodolfo Izaguirre. Así sea.
*Comunicador Social UCV. CNP 23782. Individuo de Numero Sillón 20 de la Academia Internacional de Ceremonial y Protocolo. Sede en Brasil.
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