Del impacto científico
A escala nacional es común el análisis bibliométrico, así como el cienciométrico, de trabajos y citaciones, solo que tales cifras revelan poco sobre la magnitud y trascendencia de cada publicación
¿Cómo medir de manera asertiva, las contribuciones del conocimiento científico? Es decir, ¿cómo, valorar descubrimientos sobre la naturaleza cuyo empleo puede transformar la realidad? La respuesta es difícil al tomar en cuenta que, en la mayoría de los casos, las aplicaciones de la ciencia toman su tiempo en dar soluciones. Hoy día, por ejemplo, sabemos cómo tomó al menos medio siglo en producirse la revolución computacional e informática a partir de la física cuántica. Algo similar ocurrió con la biotecnología de finales de siglo XX, y de la genómica del XXI, basadas ambas en la estructura del ADN descubierta en 1953.
No obstante, las mediciones importan mucho por cuanto facilitan el desarrollo de la ciencia y de sus protagonistas, ya sea como ejemplos y paradigmas a seguir, o mediante campos de inversión social que generen conocimientos básicos y tecnologías avanzadas. De allí que, a menudo haya una correlación directa, y hasta relaciones de causa-efecto, entre la intensidad de la investigación y desarrollo, pública o privada, y la competitividad o bienestar de un país o región, cuyos líderes mundiales en 2022 son Estados Unidos y China(1). El prestigio atrae la inversión.
A escala nacional es común el análisis bibliométrico, así como el cienciométrico, de trabajos y citaciones, solo que tales cifras revelan poco sobre la magnitud y trascendencia de cada publicación. Por ejemplo, según Nature, el trabajo de la doble hélice del ADN no figura entre los 100 artículos más citados de todos los tiempos, igual que ocurre con la mayoría de otros grandes descubrimientos en biología(2). Del centenar más citado, apenas dos corresponden a desarrollos como la secuenciación del ADN por F. Sanger, y el PCR, por K. Mullis, y sus respectivos Premios Nobel de 1980 y 1993. Más importante aún que las citaciones, es el impacto social en conocimientos, tecnologías, instituciones y generaciones de relevo, de la ciencia y quienes la practican.
@rrangelaldao
1 https://data.oecd.org/rd/gross-domestic-spending-on-r-d.htm
2 https://www.nature.com/news/the-top-100-papers-1.16224
No obstante, las mediciones importan mucho por cuanto facilitan el desarrollo de la ciencia y de sus protagonistas, ya sea como ejemplos y paradigmas a seguir, o mediante campos de inversión social que generen conocimientos básicos y tecnologías avanzadas. De allí que, a menudo haya una correlación directa, y hasta relaciones de causa-efecto, entre la intensidad de la investigación y desarrollo, pública o privada, y la competitividad o bienestar de un país o región, cuyos líderes mundiales en 2022 son Estados Unidos y China(1). El prestigio atrae la inversión.
A escala nacional es común el análisis bibliométrico, así como el cienciométrico, de trabajos y citaciones, solo que tales cifras revelan poco sobre la magnitud y trascendencia de cada publicación. Por ejemplo, según Nature, el trabajo de la doble hélice del ADN no figura entre los 100 artículos más citados de todos los tiempos, igual que ocurre con la mayoría de otros grandes descubrimientos en biología(2). Del centenar más citado, apenas dos corresponden a desarrollos como la secuenciación del ADN por F. Sanger, y el PCR, por K. Mullis, y sus respectivos Premios Nobel de 1980 y 1993. Más importante aún que las citaciones, es el impacto social en conocimientos, tecnologías, instituciones y generaciones de relevo, de la ciencia y quienes la practican.
@rrangelaldao
1 https://data.oecd.org/rd/gross-domestic-spending-on-r-d.htm
2 https://www.nature.com/news/the-top-100-papers-1.16224
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