¿Construir o derribar?
En el mundo de hoy hay varias formas en que se quebranta la verdad, y de las que más hacen daño son el chisme y la calumnia. Tristemente hablar mal es parte integral de cómo se comunica hoy día nuestra cultura
En el artículo “Que sí sea sí, y no…no” citamos: La integridad en resumen se trata de cuán veraces somos. Esto es vital en un mundo donde cada vez más se cree que no existe la verdad objetiva. Para muchos la verdad es relativa, es más bien como una opinión, que puede variar de persona en persona.
En el mundo de hoy hay varias formas en que se quebranta la verdad, y de las que más hacen daño son el chisme y la calumnia. Tristemente hablar mal es parte integral de cómo se comunica hoy día nuestra cultura. Y para colmo, muchas veces las palabras, culturalmente hablando, son tratadas como si llevaran poco peso. Pero en realidad las palabras pueden llegar a hacer muchísimo más daño que las acciones, porque el impacto de aquellas usualmente dura mucho más que el de estas, y las heridas que causan son mucho más profundas.
Les comparto algo que leí una vez:
En una ciudad de mucho bullicio
vi a unos hombres demoler un edificio.
Con un ¡epa! Y un recio grito al cielo
Balancearon un plomo y la casa se vino al suelo.
Le pregunté yo entonces al capataz
Si aquellos demoledores eran gente capaz
Como los maestros que empleaba en la construcción.
--¡Ah, no! -me dijo--. ¡No hay ni comparación!
Para demoler basta cualquier peón.
Lo que edifica en un año un hombre hábil.
Después pensé al seguir mi camino:
¿Cuál de esos dos oficios domino?
¿He andado por la calle de la vida con esmero?
Lo que digo de los demás, ¿es amable y es sincero?
¿O soy un demoledor que ronda por la ciudad buscando gente a quien derribar?
En algún momento en nuestras vidas tendremos que decidir si seremos constructores o demoledores. Y es de notar que aquí no nos estamos refiriendo a si tenemos la razón o no, ni tampoco a si tenemos argumentos de peso o no. De lo que se trata es de nuestras palabras y actitudes.
Finalmente algunas reflexiones sobre el tema:
En fin, con nuestras palabras edificamos o derrumbamos; es un hecho común que de nuestros labios, a veces con frecuencia, brotan palabras irreflexivas e irrespetuosas y que con las palabras a veces se destruye aún mas que con acciones físicas, tanto con las palabras habladas como las escritas. Entonces deberíamos esforzarnos por aprender a que nuestras palabras edifiquen, animen, sanen. Cada uno tendremos las palabras al respecto.
@viviendovalores
@agusal77
En el mundo de hoy hay varias formas en que se quebranta la verdad, y de las que más hacen daño son el chisme y la calumnia. Tristemente hablar mal es parte integral de cómo se comunica hoy día nuestra cultura. Y para colmo, muchas veces las palabras, culturalmente hablando, son tratadas como si llevaran poco peso. Pero en realidad las palabras pueden llegar a hacer muchísimo más daño que las acciones, porque el impacto de aquellas usualmente dura mucho más que el de estas, y las heridas que causan son mucho más profundas.
Les comparto algo que leí una vez:
En una ciudad de mucho bullicio
vi a unos hombres demoler un edificio.
Con un ¡epa! Y un recio grito al cielo
Balancearon un plomo y la casa se vino al suelo.
Le pregunté yo entonces al capataz
Si aquellos demoledores eran gente capaz
Como los maestros que empleaba en la construcción.
--¡Ah, no! -me dijo--. ¡No hay ni comparación!
Para demoler basta cualquier peón.
Lo que edifica en un año un hombre hábil.
Después pensé al seguir mi camino:
¿Cuál de esos dos oficios domino?
¿He andado por la calle de la vida con esmero?
Lo que digo de los demás, ¿es amable y es sincero?
¿O soy un demoledor que ronda por la ciudad buscando gente a quien derribar?
En algún momento en nuestras vidas tendremos que decidir si seremos constructores o demoledores. Y es de notar que aquí no nos estamos refiriendo a si tenemos la razón o no, ni tampoco a si tenemos argumentos de peso o no. De lo que se trata es de nuestras palabras y actitudes.
Finalmente algunas reflexiones sobre el tema:
- Ojo con la verdad a medias; es posible que hayamos recibido la mitad equivocada.
- Cuando uno deplora la condición del mundo, es bueno que nos preguntemos: ¿Soy parte del problema o parte de la solución?
- Los palos y las piedras pueden romper huesos, pero las palabras tienen el potencial de romper el alma
- Nunca llegaremos a sobresalir de verdad si nos dedicamos continuamente a hundir a los demás.
- No hay veneno como el de la lengua
- ¡Siempre es más fácil derribar que construir!
- La única diferencia entre el calumniador y el asesino está en que el primero mata la reputación en lugar del cuerpo
- Una palabra amable levanta al hombre caído bajo el peso de sus problemas
En fin, con nuestras palabras edificamos o derrumbamos; es un hecho común que de nuestros labios, a veces con frecuencia, brotan palabras irreflexivas e irrespetuosas y que con las palabras a veces se destruye aún mas que con acciones físicas, tanto con las palabras habladas como las escritas. Entonces deberíamos esforzarnos por aprender a que nuestras palabras edifiquen, animen, sanen. Cada uno tendremos las palabras al respecto.
@viviendovalores
@agusal77
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