En la Teogonía de Hesíodo, este mito cosmogónico de la mitología griega, se hace por primera vez referencia al nombre Kháos ante la súplica a las Musas para que canten el origen de los Dioses y digan "quién de ellos nació primero" (T. 115): Sí, bueno, primero nació el Caos, luego también Tierra con un pecho ancho, sed siempre irrestituible para todos, de los inmortales que tienen la cabeza del Olimpo nevado, y el Tártaro brumoso en la parte inferior del suelo de carreteras anchas, y Eros: el más hermoso entre los dioses inmortales, miembros libres, de los dioses de todos y de todos los hombres Doma el espíritu y la voluntad prudente en su pecho. (T. 116-122)

El polémico Premio Nobel de Literatura portugués José Saramago parece acercarse a esta concepción clásica al afirmar en O Homem Duplicado, que “el caos es un orden aún por descifrar”. Traemos a colación esta referencia mitológica y del realismo mágico para ayudarnos a comprender lo que se está gestando en estos momentos en el sistema internacional bajo la sombra de los escombros de Mariupol, Járkob, Kherson, u Odesa.

La Guerra en Ucrania está modelando innegablemente un Nuevo Orden Global tras trastornar totalmente el sistema internacional vigente desde la Cumbre de Malta en diciembre de 1989 entre Presidentes de los Estados Unidos, George H. W. Bush y la URSS, Mijaíl Gorbachov, artífice de la perestroika y la glásnost, cumbre que se celebró pocas semanas después de la Caída del Muro de Berlín, la caída paulatina de las repúblicas socialistas del Europa del Este hasta la disolución definitiva de la URSS el 25 de diciembre de 1991.

Hoy tememos estar cerca de una Segunda Guerra Fría, alejándonos del idealismo wilsoniano. La seguridad europea, y con ello el sistema internacional, se encuentra bajo ataque sistemático por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. La Cumbre de la OTAN esta semana en Madrid demuestra que la Alianza Atlántica se fortalece, expande y se torna más robusta que nunca. A juicio del secretario General de la OTAN Sr. Stoltenberg, presidente del Consejo Atlántico la Cumbre de Madrid significó “la mayor revisión de nuestra disuasión y defensa colectivas desde la guerra fría".

Remota y anacrónica parece la Cumbre de Lisboa de 2010 donde el secretario general de la OTAN de aquel momento el danés Anders Gogh Rasmussen llegó a afirmar respecto a las relaciones de la Alianza con Rusia: "[la cumbre] no sólo entierra los fantasmas del pasado, sino que los exorciza".

Hoy en cambio la Alianza tiene un nuevo "concepto estratégico", donde Rusia es "la amenaza más significativa y directa" para los aliados y que no se podía excluir la posibilidad de ataque. Pero también señaló que China estaba desafiando los "intereses, la seguridad y los valores" de los aliados, y a menudo lo hacía en concierto con el Kremlin. "Rusia y China están desarrollando una asociación estratégica y están a la vanguardia de un retroceso autoritario contra el orden internacional basado en normas", advirtió, utilizando un lenguaje que los aliados europeos no nunca habrían usado hace apenas unos años cuando imperaba un espíritu de cooperación con Rusia, forjando incluso amistades de varios líderes europeos con el presidente Putin.

Algunas variables claves en el ajedrez mundial son: El 23 de junio, la Unión Europea otorgó a Ucrania el estatus de candidato, prometiendo un profundo nivel de compromiso y cooperación multidimensional durante la próxima década. En Alemania el G7 afirmó y reforzó las sanciones contra Rusia, así como reforzar la cooperación económica, política y militar con Ucrania. En términos prácticos la Declaración de Madrid reforzará a una escala sin precedentes el flanco oriental de la OTAN, lo que es a su vez un mea culpa tardía de que las defensas construidas después de 2014 tras la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia nunca estuvieron a la altura de la tarea de tranquilizar a los aliados orientales y disuadir a Moscú de un próximo ataque. Claro está una respuesta diferente también podría haber sido tomada como una agresión.

Un hito ha sido la invitación formal que los líderes de la Alianza han cursado Finlandia y Suecia, luego que el presidente Erdogan levantase el veto de Turquía, tras un memorando conjunto entre Ankara y los dos países nórdicos que prometieron su "solidaridad y cooperación inquebrantables en la lucha contra el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones" que se traduce en un levantamiento de su embargo de armas contra Turquía y “abordar” las solicitudes de Turquía de extradición y deportación de activistas kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a quienes Ankara considera terroristas. La expansión pues sigue el precepto del Acta final de Helsinki de 195 firmada por la extinta Unión Soviética.

Otros temas centrales de la agenda de la OTAN en Madrid han sido el terrorismo que consideran como “la amenaza asimétrica más directa a la seguridad de nuestros ciudadanos y a la paz y la prosperidad internacionales”; la inestabilidad en África y Oriente Medio; las ambiciones económicas y militares de China para aumentar su proyección de poder; el ciberespacio y la ciberseguridad; así como el cambio climático que calificaron como “un multiplicador de crisis y amenazas.”

El presidente Biden ha reafirmado que el artículo 5 del Tratado de Washington es “sagrado” y que "un ataque contra uno es un ataque contra todos", lo que, sumado al arsenal nuclear de varios de los Aliados, encabezado por EEUU, supone una estrategia de garantías reciprocas para la OTAN. El retorno a la bipolaridad parece inminente, enfrentándose así el multilateralismo a su mayor crisis desde el fracaso de la Liga de las Naciones a inicios del S. XX.

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