Espacio publicitario

No mirar atrás

De todos modos no estamos descubriendo el agua tibia cuando exhortamos a no mirar atrás...

  • AGUSTIN ALBORNOZ S.

26/06/2022 05:02 am

En estos días reflexionaba sobre el hecho tan usual hoy día de que vivamos en un carrusel de emociones. Por ello, como muchas veces ocurren cosas que no nos gustan, es muy común que reaccionemos a estas con ira, resentimiento, angustia, temor, etc, a veces sin prestar casi atención a las situaciones en sí. Y que nos quedemos anclados allí, aprendiendo poco o nada de ellas.

Una vez leí un texto de un escritor llamado Arthur Gordon que decía más o menos como sigue:

“Estaba acostado boca abajo en una tabla de surf sobre el mar como a un kilómetro de la playa de Waikiki. Siempre había querido practicar surf en Hawai, pero al verme entre aquellas gigantescas olas verdes, de pronto ya no me sentí con mucha sed de aventuras.

-Aquí ya estamos a buena distancia -dijo el muchacho que me había acompañado hasta allí en su tabla. Ahora dese la vuelta y dé la cara a la playa. Cuando una ola levante la tabla, reme con todas sus fuerzas con los brazos. Y luego póngase de pie.

-¿De pie? Dime -le pregunté procurando que no se me reflejara el pánico en la voz ¿qué es lo más importante que tengo que recordar?

-¿Lo más importante? -repitió sonriendo-. ¡No mirar hacia atrás!

La siguiente ola levantó la tabla. Ante mí se abrió un profundo abismo en el mar. La tabla se inclinó y se lanzó a lo más hondo de aquella sima color esmeralda. La inclinación era tal que casi se veía vertical. Traté de ponerme de pie. Sabía que a mis espaldas un millón de toneladas de agua se iban acumulando por encima de mi cabeza. En ese instante olvidé lo que me aconsejó el muchacho ¡miré atrás! En realidad no me ahogué. Me quedé flotando en el Pacífico mientras mi tabla se sumergía y se iba sola, hasta que por fin me armé de valor para volver a intentar.

Jamás olvidé el consejo del muchacho de la playa: "no mirar atrás”.

Este consejo del surfista podemos aplicarlo a muchas situaciones en nuestra vida diaria. En especial cuando nos suceden eventos dolorosos, aunque también cuando por errores nuestros o los de otros padecemos consecuencias penosas. Asimismo cuando perdemos ciertas oportunidades que difícilmente se vuelvan a presentar. Y quisiera resaltar una situación común hoy día: cuando sufrimos ofensas y tenemos otros motivos de queja, sean reales o imaginarios (tristemente muchas veces son ficticios). Por lo que ya no se puede enmendar no vale la pena mirar atrás, sino solo hacia adelante. Ir tras el futuro, concentrándonos en lo que nos aguarda. Eso es lo más importante que debemos tener presente.

De todos modos no estamos descubriendo el agua tibia cuando exhortamos a no mirar atrás. El apóstol Pablo, quien por cierto con su vida dio tremendos frutos que aún se siguen cosechando, nos aconsejó lo mismo hace unos dos mil años en las Escrituras:

Filipenses 3:13 (TLB): No, queridos hermanos, todavía no soy todo lo que debería ser, pero estoy dedicando todas mis energías a esta única cosa: olvidar el pasado y mirar hacia lo que está por venir.

@viviendovalores
@agusal77

Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario