Esta semana tuvimos el honor de participar en la primera Asamblea Mundial de la Juventud, celebrada los días 20, 21 y 22 de Abril en el Palacio de las Naciones en la ciudad de Ginebra, Suiza, iniciativa de Geneva Youth Call (GYC), con representantes de la ONU-Ginebra, la Universidad de Ginebra, con el apoyo de la Fundación Kofi Annan, y la intervención y participación de expertos y jóvenes líderes provenientes de todo el mundo, en aras de representar los intereses de los jóvenes y la construcción de soluciones para los desafíos globales de hoy y mañana.
La Asamblea 2022 estuvo enfocada en el Medio Ambiente a través de 8 subtemas, como el desarrollo de ciudades sostenibles, el acceso a energías renovables, o la preservación de la biodiversidad. Quisiera destacar las notables palabras de bienvenida de la Sra. Tatiana Valovaya, directora de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, sobre la labor sustancial de los jóvenes en la transición ecológica a nivel mundial, y la búsqueda de un mundo basado en la cooperación internacional, el desarrollo sostenible, la inclusión, la paz y la seguridad internacional, expresando además su satisfacción y emoción de ver a los líderes del hoy y del mañana interactuando en un ambiente lleno de ilusión, nobles ideales y romanticismo.
El reciente informe del Panel El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático promovido por Naciones Unidas es alarmante; nos estamos acercando peligrosamente a los puntos de inflexión que podrían generar una cascada de consecuencias climáticas irreversibles; El secretario General António Guterres lo expresa de esta forma: “El jurado ha emitido su veredicto. Y es de condena. Este informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático es una letanía de promesas climáticas incumplidas”
De no tomar acciones inmediatas en materia climática, vamos camino a un calentamiento global de más del doble del límite de 1,5 grados acordado en la Cumbre de París 2015, y ratificado recientemente en Glasgow.
Esta Asamblea ha sido una oportunidad extraordinaria para ratificar una vez más la necesidad de renovación y adaptación de la diplomacia del nuevo milenio, a marcos de acción más amplios y plurales, particularmente frente a las grandes cuestiones de impacto global como la migración, el cambio climático, los conflictos armados no convencionales, el poder armamentístico nuclear, la abismal desigualdad social, la pobreza o la corrupción
Los principios básicos del milenario arte de la diplomacia, están sometidos inevitablemente a revisión. El discernimiento de las causas y posibles soluciones, a los males que aquejan a las sociedades modernas, desde la perspectiva de los actores sociales, y más aún de los jóvenes, parece ser el único camino capaz de rescatar el necesario diálogo y la imperativa negociación.
Debemos rescatar la valía del multilateralismo como el instrumento, la única vía para salvaguardar la dignidad humana. En medio del aquietante panorama global, donde la incertidumbre está a la orden del día, los jóvenes no podemos estar al margen de una herencia de horizontes complejos, sino que debemos ser los grandes protagonistas del futuro.
Los convencionalismos de la política parecen estar agotados; lo marcos ideológicos intransigentes obsoletos; en los últimos meses, los procesos electorales dan cuenta de este complejo fenómeno multidimensional. Los jóvenes hemos sido históricamente los grandes convidados de piedra en los procesos electorales, pero también los olvidados de siempre a la hora de conformar gobiernos y tomar decisiones. Los jóvenes debemos ser incluidos en la práctica de empresas, partidos y gobiernos y no quedar reducidos a simples menciones en cualquier plataforma electoral, política, social o económicas.
El compromiso activo de todos nosotros en los grandes temas de la agenda pública, en la formulación y aplicación de políticas públicas, como la vital transición ecológica, será el vector para la consolidación de las sociedades democráticas, el respeto universal por los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario, en definitiva, la dignidad de la persona humana y la consecución del bien común.
Es urgente transformar esta realidad creando y propiciando oportunidades de diálogo con los responsables de las políticas sobre los desafíos mundiales y fomentar el entendimiento mutuo entre los jóvenes de todo el mundo a través de un diálogo activo y tangible.
Con la ayuda de expertos, científicos y personalidades inspiradoras, los representantes de la juventud mundial, a través de talleres y sesiones de discusión hemos propuesto una serie de soluciones concretas relacionado con el medio ambiente que se implementarán en la Carta Mundial de la Juventud, una herramienta para la acción y la incidencia, que ha sido presentada ante las Naciones Unidas.
A medida que el cambio climático avanza, quienes enfrentarán las peores consecuencias seremos los jóvenes de hoy. Los Acuerdos de Glasgow 2021 pretenden seguir y fortalecer los Acuerdos de París de 2015, y ofrecer una visión global clara con objetivos comunes respecto a la lucha contra el cambio climático, articulado a partir del multilateralismo, así como los cánones que regirán futuros programas de gobierno, que persigan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible trazados por la Organización de Naciones Unidas. Las metas trazadas por la Comunidad Internacional no pueden quedar confinadas en los límites de conferencias y cumbres internacional; ¡Debemos actuar ahora!
Las políticas gubernamentales son fundamentales en este sentido, no sólo para evitar que la temperatura suba más allá de esa línea roja de 1,5 grados centígrados, sino para descarbonizar la economía, ahondar en modelos de desarrollo sostenible, optando por los beneficios de la economía digital, de la economía circular y adoptando prácticas cotidianas que reduzcan nuestra huella de carbono en el planeta. Es evidente que solo un multilateralismo renovado permitirá alcanzar la neutralidad climática y superar las barreras del negacionismo suicida.
Dylanjpereira01@gmail.com
La Asamblea 2022 estuvo enfocada en el Medio Ambiente a través de 8 subtemas, como el desarrollo de ciudades sostenibles, el acceso a energías renovables, o la preservación de la biodiversidad. Quisiera destacar las notables palabras de bienvenida de la Sra. Tatiana Valovaya, directora de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, sobre la labor sustancial de los jóvenes en la transición ecológica a nivel mundial, y la búsqueda de un mundo basado en la cooperación internacional, el desarrollo sostenible, la inclusión, la paz y la seguridad internacional, expresando además su satisfacción y emoción de ver a los líderes del hoy y del mañana interactuando en un ambiente lleno de ilusión, nobles ideales y romanticismo.
El reciente informe del Panel El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático promovido por Naciones Unidas es alarmante; nos estamos acercando peligrosamente a los puntos de inflexión que podrían generar una cascada de consecuencias climáticas irreversibles; El secretario General António Guterres lo expresa de esta forma: “El jurado ha emitido su veredicto. Y es de condena. Este informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático es una letanía de promesas climáticas incumplidas”
De no tomar acciones inmediatas en materia climática, vamos camino a un calentamiento global de más del doble del límite de 1,5 grados acordado en la Cumbre de París 2015, y ratificado recientemente en Glasgow.
Esta Asamblea ha sido una oportunidad extraordinaria para ratificar una vez más la necesidad de renovación y adaptación de la diplomacia del nuevo milenio, a marcos de acción más amplios y plurales, particularmente frente a las grandes cuestiones de impacto global como la migración, el cambio climático, los conflictos armados no convencionales, el poder armamentístico nuclear, la abismal desigualdad social, la pobreza o la corrupción
Los principios básicos del milenario arte de la diplomacia, están sometidos inevitablemente a revisión. El discernimiento de las causas y posibles soluciones, a los males que aquejan a las sociedades modernas, desde la perspectiva de los actores sociales, y más aún de los jóvenes, parece ser el único camino capaz de rescatar el necesario diálogo y la imperativa negociación.
Debemos rescatar la valía del multilateralismo como el instrumento, la única vía para salvaguardar la dignidad humana. En medio del aquietante panorama global, donde la incertidumbre está a la orden del día, los jóvenes no podemos estar al margen de una herencia de horizontes complejos, sino que debemos ser los grandes protagonistas del futuro.
Los convencionalismos de la política parecen estar agotados; lo marcos ideológicos intransigentes obsoletos; en los últimos meses, los procesos electorales dan cuenta de este complejo fenómeno multidimensional. Los jóvenes hemos sido históricamente los grandes convidados de piedra en los procesos electorales, pero también los olvidados de siempre a la hora de conformar gobiernos y tomar decisiones. Los jóvenes debemos ser incluidos en la práctica de empresas, partidos y gobiernos y no quedar reducidos a simples menciones en cualquier plataforma electoral, política, social o económicas.
El compromiso activo de todos nosotros en los grandes temas de la agenda pública, en la formulación y aplicación de políticas públicas, como la vital transición ecológica, será el vector para la consolidación de las sociedades democráticas, el respeto universal por los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario, en definitiva, la dignidad de la persona humana y la consecución del bien común.
Es urgente transformar esta realidad creando y propiciando oportunidades de diálogo con los responsables de las políticas sobre los desafíos mundiales y fomentar el entendimiento mutuo entre los jóvenes de todo el mundo a través de un diálogo activo y tangible.
Con la ayuda de expertos, científicos y personalidades inspiradoras, los representantes de la juventud mundial, a través de talleres y sesiones de discusión hemos propuesto una serie de soluciones concretas relacionado con el medio ambiente que se implementarán en la Carta Mundial de la Juventud, una herramienta para la acción y la incidencia, que ha sido presentada ante las Naciones Unidas.
A medida que el cambio climático avanza, quienes enfrentarán las peores consecuencias seremos los jóvenes de hoy. Los Acuerdos de Glasgow 2021 pretenden seguir y fortalecer los Acuerdos de París de 2015, y ofrecer una visión global clara con objetivos comunes respecto a la lucha contra el cambio climático, articulado a partir del multilateralismo, así como los cánones que regirán futuros programas de gobierno, que persigan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible trazados por la Organización de Naciones Unidas. Las metas trazadas por la Comunidad Internacional no pueden quedar confinadas en los límites de conferencias y cumbres internacional; ¡Debemos actuar ahora!
Las políticas gubernamentales son fundamentales en este sentido, no sólo para evitar que la temperatura suba más allá de esa línea roja de 1,5 grados centígrados, sino para descarbonizar la economía, ahondar en modelos de desarrollo sostenible, optando por los beneficios de la economía digital, de la economía circular y adoptando prácticas cotidianas que reduzcan nuestra huella de carbono en el planeta. Es evidente que solo un multilateralismo renovado permitirá alcanzar la neutralidad climática y superar las barreras del negacionismo suicida.
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