El enigmático multimillonario, dueño de empresas como: PayPal, SpaceX, DeepMind, Tesla y The Boring Company, y con serias intenciones de adquirir Twitter, se define como programador, a pesar de tener títulos universitarios en Física y Economía en la Universidad de Pensilvania. Yo creo que un título profesional más acorde para este hombre sería: Visionario.

Es el personaje de moda, es la vedette del mundo empresarial, hoy es el hombre más rico del mundo según Forbes; es el que mueve los mercados financieros, y desde un tuit hasta una jugada en la bolsa tiene repercusiones globales. Hace unos meses dijo que creía en Bitcoin, y logró que el valor de esta criptomoneda subiera 13.000 US$ en tiempo récord. ¿Está Elon Musk consciente de este poder? Claro que sí, y lo usa para su conveniencia.

¿Es malo qué un líder conozca la dimensión de su poder? No, para nada, lo malo sería que como líder no conozca su capacidad de influencia y poder, eso sí sería un error. Te pregunto a ti querido lector ¿Sabes cuánto poder de influencia tienes?

Volviendo al personaje en cuestión, un hombre cargado de historia errante, de una combinación multicultural por su crianza, de un pensamiento disruptivo a toda prueba, un convencido que la tierra es pequeña y por eso se dedica a conquistar el espacio, con 8 hijos; dicen que tiene una memoria prodigiosa y que es un lector voraz desde niño, y un montón de aspectos más que sería largo de nombrar, vale preguntarse ¿Quién le hace coaching?

Resulta que no solo tiene un coach, sino varios, por ejemplo: dentro del equipo de Tesla tiene un “Council of advisers” (Consejo de asesores), que están en constante comunicación con él y le hacen coaching para el manejo de los grandes proyectos de la empresa; y estos asesores dicen que tiene dos características sorprendentes: a) su capacidad de cuestionarse todo, y b) su forma de hacer silencio para escuchar. Muchos dirán que un consejo de asesores no es coaching, y puede que tengan razón, pero lo que hace que este equipo sirva como “un gran coach”, es que Elon les hizo una petición puntual: Ayúdenme a ver las opciones para recortar los tiempos en alcanzar mi visión. Esto es lo que hacemos los coaches.

Cuando creó Tesla, y luego de invertir 180 Millones de dólares, llegó un momento (entre el 2008 y 2009) que la quiebra de la empresa estaba a semanas, y trabajaba 22 horas al día 7 días a la semana. Se dio cuenta que eso no estaba bien, no quería esa vida, y buscó ayuda profesional en un coach de vida; de ese proceso es que salió un famoso listado sobre “La rutina diaria de Elon Musk”, que tuvo que aplicar para poder tener una mejor calidad de vida.


No importa cómo se llama el coach que le sirve a este personaje, lo que realmente importa es lo que el proceso de coaching hace en él.

La lección es: Cuando estás en el punto más alto de un área de tu vida, es seguro que otros aspectos de tu transitar como ser, merezcan ser vistos con otros ojos, para poder balancear y armonizar este viaje que llaman vida.

Cuando un líder me pide que le haga Coaching, siempre tengo que entrar en su vida personal, dado que como humanos somos un sistema y todos los roles se relacionan; servir de coach a los líderes es una de las tareas más fascinantes que hago, porque me permite ver cómo logran incrementar sus capacidades, desarrollar su influencia y eso se traduce en resultados tangibles, que celebran como Victorias merecidas. ¡Bravo por ellos!

Amancio Ojeda Saavedra
@amanciojeda
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