Inflación gringa
El presidente Biden está intentando revitalizar la economía aumentando el gasto, pero ese mensaje y ese dinero caen en un país cruzado de mensajes negativos, especialmente por el canibalismo político y los mensajes encaminados a dividir el país...
La riqueza de un país es lo que ese país tiene, carreteras, puertos y aeropuertos, vías férreas, hospitales, liceos, tendidos eléctricos, acueductos, etc.; es, también, lo que su gente sabe, su preparación, su educación, su ciencia; y es lo que su gente puede hacer con su trabajo, mañana, el mes que viene, el año que viene; todo eso es la riqueza de un país, la actual y la futura, en una palabra, lo que es y lo que puede ser. Esa riqueza la expresa su moneda, como resultado de un cálculo que hace la entidad emisora. Es un cálculo complejo porque, como decimos, computa lo que es y lo que será. Si la entidad esa -la emisora de la moneda- emite más moneda de la que corresponde a la riqueza del país, entonces la moneda se devalúa y, de consiguiente, suben los precios expresados en esa moneda. Eso lo tienen claro los economistas, pero también lo tiene claro el dueño del abasto del barrio. Si el gobierno gasta más de lo que le ingresa, tiene dos opciones, o aumenta los impuestos o toma prestado; y si el que le presta es el banco central, entonces el banco central emite moneda. Si el gobierno gasta para crear riqueza, y para ello se endeuda, el que ese dinero “inventado” cauce inflación depende de cuanta confianza haya en relación con la riqueza que ese dinero adicional causará.
El Presidente Reagan (1981-1989), se caracterizó por ejecutar presupuestos deficitarios que, naturalmente, cubrió con endeudamiento. Durante “su” tiempo el déficit se triplicó e igual lo hizo la deuda del Estado; y, sin embargo, la inflación, que estaba en 14.7% anual cuando se inició su presidencia, terminó en 4.65%. La diferencia estuvo -eso creemos firmemente- que la gente, bajo un discurso de respeto a la libertad (toda, incluida la económica) y de reconocimiento al emprendedor, hizo crecer la economía: la gente creyó en la riqueza que se crearía.
El presidente Biden está intentando revitalizar la economía aumentando el gasto, pero ese mensaje y ese dinero caen en un país cruzado de mensajes negativos, especialmente por el canibalismo político y los mensajes encaminados a dividir el país, para especular políticamente sobre esa división; así, ni modo; y los números han comenzado a mostrarlo.
SANTINUNEZ@Yahoo.com
El Presidente Reagan (1981-1989), se caracterizó por ejecutar presupuestos deficitarios que, naturalmente, cubrió con endeudamiento. Durante “su” tiempo el déficit se triplicó e igual lo hizo la deuda del Estado; y, sin embargo, la inflación, que estaba en 14.7% anual cuando se inició su presidencia, terminó en 4.65%. La diferencia estuvo -eso creemos firmemente- que la gente, bajo un discurso de respeto a la libertad (toda, incluida la económica) y de reconocimiento al emprendedor, hizo crecer la economía: la gente creyó en la riqueza que se crearía.
El presidente Biden está intentando revitalizar la economía aumentando el gasto, pero ese mensaje y ese dinero caen en un país cruzado de mensajes negativos, especialmente por el canibalismo político y los mensajes encaminados a dividir el país, para especular políticamente sobre esa división; así, ni modo; y los números han comenzado a mostrarlo.
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