La UCV y López Contreras
López, aunque ordenó la confiscación de los bienes del dictador, se vio forzado a suspender temporalmente las garantías constitucionales para preservar la paz
En La UCV y los ucevistas del 28 (El Universal, 21-01-2022), apuntamos que durante las dictaduras de los generales Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez se realizaron cinco importantes protestas estudiantiles; todas ellas procuraron reformas académicas y democráticas.
Al morir Juan Vicente Gómez (1935), su sucesor, el general Eleazar López Contreras, puso en ejecución un plan de reformas políticas, económicas, monetarias, fiscales, industriales, agrícolas, sociales y educativas, conocido como el Programa de Febrero (1936), dando inicio a la transición democrática del país.
Para el Prof. Trino Márquez, “las metas (del Programa de Febrero) se concretan en: sanear, educar y poblar; son las tres palabras que resumen la idea de progreso con equidad y bienestar colectivo.” Y es que para el general civilista la educación fue uno de los ejes centrales de su gobierno. Fueron sus colaboradores M. Picón Salas, A. Adriani, M. Egaña y E. Gil Borges, entre otros, y ministros de Educación C. Parra Pérez, Rómulo Gallegos, A. Uslar Pietri y R. E. López.
El 30 de setiembre de 1936, el presidente López firmó el decreto fundacional del Instituto Pedagógico de Caracas. En 1937, creó la Escuela Superior de Agricultura, luego Facultad de Agronomía de la UCV. En 1938, Uslar Pietri y otros colegas formaron la Escuela de Economía. López fundó también el Instituto de Geología, más tarde Escuela de Ingeniería de Petróleo de la UCV, en 1940.
Pese a las reformas y a la liberación de los presos políticos, se desencadenaron violentos disturbios contra el ancient regime. López, aunque ordenó la confiscación de los bienes del dictador, se vio forzado a suspender temporalmente las garantías constitucionales para preservar la paz y ejecutar su estrategia de reformas democráticas. Se suscitó la primera huelga petrolera del país y los estudiantes de la UCV apoyaron a sus trabajadores.
Para 1940, la sede de la UCV en el hoy Palacio de las Academias (antes Convento de San Francisco), había quedado pequeña para el torrente de estudiantes que se inscribía en sus diversas carreras al amparo del crecimiento económico de Venezuela, apuntalado por la industria petrolera. López dio los primeros pasos para la construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas.
@lxgrisanti
Al morir Juan Vicente Gómez (1935), su sucesor, el general Eleazar López Contreras, puso en ejecución un plan de reformas políticas, económicas, monetarias, fiscales, industriales, agrícolas, sociales y educativas, conocido como el Programa de Febrero (1936), dando inicio a la transición democrática del país.
Para el Prof. Trino Márquez, “las metas (del Programa de Febrero) se concretan en: sanear, educar y poblar; son las tres palabras que resumen la idea de progreso con equidad y bienestar colectivo.” Y es que para el general civilista la educación fue uno de los ejes centrales de su gobierno. Fueron sus colaboradores M. Picón Salas, A. Adriani, M. Egaña y E. Gil Borges, entre otros, y ministros de Educación C. Parra Pérez, Rómulo Gallegos, A. Uslar Pietri y R. E. López.
El 30 de setiembre de 1936, el presidente López firmó el decreto fundacional del Instituto Pedagógico de Caracas. En 1937, creó la Escuela Superior de Agricultura, luego Facultad de Agronomía de la UCV. En 1938, Uslar Pietri y otros colegas formaron la Escuela de Economía. López fundó también el Instituto de Geología, más tarde Escuela de Ingeniería de Petróleo de la UCV, en 1940.
Pese a las reformas y a la liberación de los presos políticos, se desencadenaron violentos disturbios contra el ancient regime. López, aunque ordenó la confiscación de los bienes del dictador, se vio forzado a suspender temporalmente las garantías constitucionales para preservar la paz y ejecutar su estrategia de reformas democráticas. Se suscitó la primera huelga petrolera del país y los estudiantes de la UCV apoyaron a sus trabajadores.
Para 1940, la sede de la UCV en el hoy Palacio de las Academias (antes Convento de San Francisco), había quedado pequeña para el torrente de estudiantes que se inscribía en sus diversas carreras al amparo del crecimiento económico de Venezuela, apuntalado por la industria petrolera. López dio los primeros pasos para la construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas.
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