La globalización a nivel de la sociología se presenta como la forma profunda en la que se ha reestructurado el modo de vivir humano. La globalización ha permitido como parámetro sociológico establecer una forma de explicación hacia la vida humana de uniformidad desde finales del siglo XX y lo que va del siglo XXI. Su impronta es influir en la condición humana a través de las dimensiones organizacionales relacionadas con la vida particular de la condición humana, la trascendencia de las fronteras estructurales y la comunicación. A nivel de condición humana la globalización ha afectado los entornos más íntimos y personales del individuo en sociedad, mientras que a nivel de la trascendencia de las fronteras estructurales ha impactado en la organización social del capital de la organización nacional de la producción, el trabajo y las instituciones, que además influyen en la dinámica de relaciones sociales de producción.

También la globalización en la comunicación ha logrado desvincular o personalizar al Ser, porque emergen nuevos escenario o contextos de comunicación dentro de las dimensiones planetarias emergentes que hacen más movible e instantánea las relaciones humanas, los negocios, las finanzas, el comercio, el flujo de información. Mediante los medios efímeros y prácticos de la era digital.

Establecer que la globalización como proceso de movimiento dinámico, tiene impacto y consecuencia en las reglas y juegos de la condición y vida humana individual, comunitaria y social, que han ajustado a un patrón de reproducción capitalista a las relaciones de producción, políticas, sociológicas, económicas y culturales con mayor profundidad y fuerza que la desarrollada hasta 1968, momento en el que el mercado se dinamizo en base al sistema capitalista. En razón de ello, existen tres ámbitos en los que la globalización ha establecido cambios sociales, y con ellos consecuencia sobre la dinámica social, como son: 1) la condición de organización humana, 2) la organización del proceso de producción social y 3) la transferencia de la información. Para cada uno de estos ámbitos, la globalización representa una condición de movilidad y de cambio, pero también expresa una consecuencia de un proceso iniciado con la uniformidad de la vida iniciada en 1978 con las reformas del mercado.

A nivel cultural la condición humana representa todas aquellas situaciones que definen a la naturaleza de la existencia humana en la sociedad. Con la globalización la condición humana natural ha cambiado en los aspectos más íntimos y personales de la vida. La tradición definida como la capacidad para transmitir o dar algo a alguien para guardarlo como herencia, se ha desdibujado, por ende, la propiedad sobre algo transmitido de generación a generación bajo la obligación de protegerlo y conservarlo ya no está presente.

El matrimonio como institución de organización de las relaciones de pareja fijaban una tradición y costumbres de cuidado sobre los bienes materiales (activos físicos y la vida humana) e inmateriales (religión, cultura, costumbres) cultivados por separados en las familias primigenias de donde partían los nuevos esposos. En ese momento, la gente sabia porque se casaba, existía un claro compromiso de cuidado. Sin embargo, con la globalización, las relaciones de pareja se convirtieron en la posibilidad de algo, cuando la gente se casa, pero no sabe porque lo hace.

La estética de la condición humana en el matrimonio dentro de la globalización hace bonita y agradable a la nueva institución para algunos, pero impensable para otros. Esto lógicamente ha tenido consecuencias sociales que incluyen el riesgo manufacturado de la nueva generación derivada del nuevo matrimonio, ocasionando cálculos ligados a las posibilidades de aceptación dentro de una sociedad tradicional que dentro de criterios no comprendidos de la realidad de la globalización afectan la valoración de personas que no pueden ser aceptados ampliamente en la sociedad, desconociendo que son producto de las propias circunstancias realizables en la institución del matrimonio en la globalización.

Desde 1960 la globalización como hecho organizativo en las fuerzas motrices de la realidad política y económica mundial, trascendió a las fronteras establecidas por los Estados- nación. La globalización retó la capacidad de los Estados – nación de organización tradicional, mediante situaciones que modificaron su soberanía. También a nivel de los flujos financieros y de capital ajustados a la forma de dinero electrónico, la globalización estableció la nueva economía electrónica global que permeó a nivel económico el poder tradicional y de fundamentalismo de los Estados- nación conocidos frente al comunismo soviético, por ello, los gestores de fondos, bancos, empresas e inversores pueden realizar transferencias de grandes cantidades de capital desde un lado del mundo hacia otro con solo un clic.

En este contexto, las consecuencias sociales de la globalización que trascendieron las fronteras en las fuerzas motrices de la política y la economía mundial, establecieron una relación trabajo-capital apoyada en la revolución de las Tecnologías de la Información y del Conocimiento (TICs). La concentración de la demanda de trabajo se sesgo hacia lo intelectual dentro de los procesos productivos, porque la globalización hizo que el conocimiento se convirtiera en el factor determinante de la acumulación del capital, dando paso a la sociedad del conocimiento. Sobre la sociedad del conocimiento la relación trabajo-capital, el trabajo intelectual se colocó como el principal indicador de la prosperidad y la estabilidad económica en todos los países. De este tipo de trabajo derivan, diversas categorías como las relacionadas con los servicios simbólicos- analíticos, ejecutada por investigadores científicos, ingenieros, proyectistas, ejecutivos, banqueros, abogados, planificadores y contadores, en un escenario creativo de proyección y relaciones públicas en áreas de impacto de la globalización. Que además ha dado paso a la polivalencia de actividades que sutilmente segmentan, flexibilizan, sobreexplotan y precarizan a la actividad laboral.

En otro orden de ideas, relacionadas con la trascendencia de las fronteras producto de la globalización, igualmente se encuentra la búsqueda de mayor sustentabilidad de las actividades industriales, los acuerdos para hacer sostenible ambientalmente las actividades productivas. En el mundo, la mayoría de las empresas están manipulando materiales menos invasivos con el medio ambiente, y ello está relacionado con las exigencias de la globalización sobre el mantenimiento de la sustentabilidad de la actividad económica y la salud medio ambiental del planeta.

Finalmente y en relación con la nueva forma de comunicación específicamente transatlántica y transpacífica derivo de la comunicación electrónica instantánea en el mundo capitalista. Con este tipo de comunicación se recogió el silencio eterno producto de las grandes distancias geográficas a las que las sociedades estaban naturalmente condicionadas. Sin embargo, una vez fue desarrollada la comunicación electrónica, la sociedad con una comunicación global, creo tanto espacios como zonas económicas y culturales a lo largo de la geografía mundial. La comunicación electrónica ha permitido el desarrollo sin precedente de la industria cultural y la moda, la uniformidad de los gustos se ha establecido sobre las economías del primer mundo que son guía expresa en los canales de comunicación, también ha disminuido el acercamiento personal, las personas ya estás más conectadas a la realidad paralela de redes sociales que dejan información rápida acerca de personas, hechos y situaciones. La comunicación no es profunda sino instantánea y efímera. En suma, la globalización ha creado nuevas condiciones a nivel humano de estructuras formales y de comunicación, porque impulsa una nueva realidad estructural en la sociedad que no es específica e histórica, pero que contradictoriamente se sigue moldeando en las particularidades de su propia realidad.

@zerpasad