Gigante con pies de barro
Lo que ha ocurrido, como indiqué un poco más arriba, la “apertura a nuevas generaciones y rostros los de cambio” están mostrando un espectro nuevo de posibilidades
Este domingo pasado tuvimos una dura prueba ciudadana. Digo prueba pues, en la medida de la participación de cada quien, bien como individuo o como grupo de éstos, vamos mostrando el “músculo electoral” en cada una de nuestras contiendas.
Es sin lugar a dudas, una demostración de fuerza que, tanto el régimen como la Unidad Democrática, han presentado al país. Cada vez el desgaste de algunos factores así, como el surgimiento de liderazgos emergentes están planteando a Venezuela, espacios alternativos y nuevas luchas que, hasta ahora podrían parecer impensables. Sin embargo, los logros alcanzados sólo fueron superados por la abstención; el techo electoral del régimen gira en derredor de sus logros inmediatos o la presentación de un “clima de normalidad” que inunde hasta los tuétanos la estructura social y económica nacional. De esta forma, los factores pro-régimen vieron resultados favorables. Pero, factores contrarios al orden institucional establecido durante los últimos 22 años, lograron un nuevo estamento en un número grande de alcaldías. Esto permitirá que, si los recursos presupuestarios distribuidos desde el gobierno central, circulan con la regularidad y la constancia que se requiere, tendremos una eficiencia en la gestión pública local.
Las regiones funcionarán de igual manera. El país va camino a una nueva etapa que, sin lugar a dudas, propenderá a una suerte de entusiasmo y optimismo. Lo que ha ocurrido, como indiqué un poco más arriba, la “apertura a nuevas generaciones y rostros los de cambio” están mostrando un espectro nuevo de posibilidades que recuerdan la expresión bíblica que se indica en el título del presente artículo.
Un coloso de pies de barro nos suena a cómo el régimen, también la unidad democrática, va construyéndose como complejos entramados tras el resultado en las urnas electorales. De esta forma, la elección del domingo constituyó un hito que marcará, un antes y un después de las partes en pugna. Cuidado con convertirse, unos y otros en esos “titanes de pies de barro” que una piedra derrumba, al golpear los pies construidos con barro, a pesar de los fuertes y preciosos materiales de su armadura: oro, plata, bronce, hierro, y, …barro.
Que nuestros triunfos sean espacio para escuchar y ser capaces de establecer nexos entre los distintos factores que existen en el país. “…no me dejen ser un pobre poderoso solitario, incapaz de oír en la cima la voz sabia del común…” esperemos en esta frase y hagámosla nuestra.
@RafaelMartinezN
Es sin lugar a dudas, una demostración de fuerza que, tanto el régimen como la Unidad Democrática, han presentado al país. Cada vez el desgaste de algunos factores así, como el surgimiento de liderazgos emergentes están planteando a Venezuela, espacios alternativos y nuevas luchas que, hasta ahora podrían parecer impensables. Sin embargo, los logros alcanzados sólo fueron superados por la abstención; el techo electoral del régimen gira en derredor de sus logros inmediatos o la presentación de un “clima de normalidad” que inunde hasta los tuétanos la estructura social y económica nacional. De esta forma, los factores pro-régimen vieron resultados favorables. Pero, factores contrarios al orden institucional establecido durante los últimos 22 años, lograron un nuevo estamento en un número grande de alcaldías. Esto permitirá que, si los recursos presupuestarios distribuidos desde el gobierno central, circulan con la regularidad y la constancia que se requiere, tendremos una eficiencia en la gestión pública local.
Las regiones funcionarán de igual manera. El país va camino a una nueva etapa que, sin lugar a dudas, propenderá a una suerte de entusiasmo y optimismo. Lo que ha ocurrido, como indiqué un poco más arriba, la “apertura a nuevas generaciones y rostros los de cambio” están mostrando un espectro nuevo de posibilidades que recuerdan la expresión bíblica que se indica en el título del presente artículo.
Un coloso de pies de barro nos suena a cómo el régimen, también la unidad democrática, va construyéndose como complejos entramados tras el resultado en las urnas electorales. De esta forma, la elección del domingo constituyó un hito que marcará, un antes y un después de las partes en pugna. Cuidado con convertirse, unos y otros en esos “titanes de pies de barro” que una piedra derrumba, al golpear los pies construidos con barro, a pesar de los fuertes y preciosos materiales de su armadura: oro, plata, bronce, hierro, y, …barro.
Que nuestros triunfos sean espacio para escuchar y ser capaces de establecer nexos entre los distintos factores que existen en el país. “…no me dejen ser un pobre poderoso solitario, incapaz de oír en la cima la voz sabia del común…” esperemos en esta frase y hagámosla nuestra.
@RafaelMartinezN
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