Otredad
Solo con visión integradora y en respeto a la otredad el camino por andar será más llevadero y los resultados se obtendrán más rápidamente
Vivimos días en los que escuchamos muy seguido sobre la empatía, la tolerancia y el respeto a pesar de ver muchos ejemplos cotidianos que muestran lo contrario a lo expresado. Lo importante aquí es que existen quienes entienden la necesidad de la coexistencia en igualdad y ya eso es un triunfo.
Difícilmente podemos desarrollarnos en un espacio en el que las adversidades cuentan más que las ganas, capacidades y preparación. No es imposible hacerlo, pero entendemos que es más complejo y cuesta arriba y además demanda mayor empeño, energía y tiempo.
Si comenzáramos a buscar puntos de coincidencia para impulsar el desarrollo desde todos no solo será más sencillo y constructivo el trabajo, sino que permitiría un crecimiento sólido y estable donde todos seriamos favorecidos del bienestar y sus frutos.
En tiempos tan difíciles por pandemia, crisis económica y situación país se requiere de claridad para analizar bien los sueños y plasmarlos lo más cercano posible a la realidad. Todo lo que hagamos debe generar un impacto en nosotros y en quienes nos rodean y por eso debemos tener una visión más amplia e integradora de lo que nos proponemos hacer.
Entendemos que todo lo que vamos a emprender se vinculará con los demás, bien sea en términos de clientes o como colaterales que obtendrán un beneficio similar al nuestro según el radio de acción.
Para revisar las relaciones con los otros, que nos ayuden a formar tejidos de desarrollo comunes, es bueno entender a los demás desde sus diferencias con nosotros y no si son iguales o parecidos a lo que pensamos y hacemos.
Allí entra en juego el concepto de la otredad que nos permite ver y percibir al otro desde las diferencias, alguien que no pertenece a nuestro circulo próximo y esto no es para separarlo, sino que sin ser discriminado ese otro debe ser respetado y reconocido. Eso ayudará a vivir en armonía con quienes nos son diferentes.
Esa diversidad se respeta para coexistir y no se utiliza como mecanismo de coerción para obligar a los otros a parecerse a nosotros. La diversidad debe nutrir las relaciones entre las personas y ayudar a entender más ampliamente al otro.
Asumir esto de manera diferente producirá un quiebre en las relaciones que poco o nada ayudará en la construcción de un desarrollo integral para todos los sujetos y actores de la vida social.
La imposición de ideas sobre los demás denota mucho de la terquedad y la visión estrecha y torpe de algunos sujetos. Las ideas que pudiesen tratar de imponer los tercos no son más que juicio que creen absolutos y que dejan en evidencia el poco respeto que se tiene hacia los demás.
La única manera de desarrollar relaciones estables, duraderas y de positivo impacto para todos es entiendo la diversidad como un proceso natural y el respeto y reconocimiento del otro como forma de alianza para desarrollar de forma sostenible una relación sana que tribute de manera efectiva y positiva a todos.
No habrá crecimiento si no estamos de acuerdo en sumar para beneficio de todos. El egoísmo solo sirve para torpedear el desarrollo colectivo. Hay que ponerse de acuerdo sobre los objetivos y necesidades para trabajar, cada cual desde su espacio y capacidades, en fines comunes que brinden oportunidades en equidad y armonía.
Solo con visión integradora y en respeto a la otredad el camino por andar será más llevadero y los resultados se obtendrán más rápidamente.
Aprende, crea y emprende.
Leonardo Zurita
Comunicador Social UCV
Instagram y Twitter @leozuritave
leozurita.ve@gmail.com
Difícilmente podemos desarrollarnos en un espacio en el que las adversidades cuentan más que las ganas, capacidades y preparación. No es imposible hacerlo, pero entendemos que es más complejo y cuesta arriba y además demanda mayor empeño, energía y tiempo.
Si comenzáramos a buscar puntos de coincidencia para impulsar el desarrollo desde todos no solo será más sencillo y constructivo el trabajo, sino que permitiría un crecimiento sólido y estable donde todos seriamos favorecidos del bienestar y sus frutos.
En tiempos tan difíciles por pandemia, crisis económica y situación país se requiere de claridad para analizar bien los sueños y plasmarlos lo más cercano posible a la realidad. Todo lo que hagamos debe generar un impacto en nosotros y en quienes nos rodean y por eso debemos tener una visión más amplia e integradora de lo que nos proponemos hacer.
Entendemos que todo lo que vamos a emprender se vinculará con los demás, bien sea en términos de clientes o como colaterales que obtendrán un beneficio similar al nuestro según el radio de acción.
Para revisar las relaciones con los otros, que nos ayuden a formar tejidos de desarrollo comunes, es bueno entender a los demás desde sus diferencias con nosotros y no si son iguales o parecidos a lo que pensamos y hacemos.
Allí entra en juego el concepto de la otredad que nos permite ver y percibir al otro desde las diferencias, alguien que no pertenece a nuestro circulo próximo y esto no es para separarlo, sino que sin ser discriminado ese otro debe ser respetado y reconocido. Eso ayudará a vivir en armonía con quienes nos son diferentes.
Esa diversidad se respeta para coexistir y no se utiliza como mecanismo de coerción para obligar a los otros a parecerse a nosotros. La diversidad debe nutrir las relaciones entre las personas y ayudar a entender más ampliamente al otro.
Asumir esto de manera diferente producirá un quiebre en las relaciones que poco o nada ayudará en la construcción de un desarrollo integral para todos los sujetos y actores de la vida social.
La imposición de ideas sobre los demás denota mucho de la terquedad y la visión estrecha y torpe de algunos sujetos. Las ideas que pudiesen tratar de imponer los tercos no son más que juicio que creen absolutos y que dejan en evidencia el poco respeto que se tiene hacia los demás.
La única manera de desarrollar relaciones estables, duraderas y de positivo impacto para todos es entiendo la diversidad como un proceso natural y el respeto y reconocimiento del otro como forma de alianza para desarrollar de forma sostenible una relación sana que tribute de manera efectiva y positiva a todos.
No habrá crecimiento si no estamos de acuerdo en sumar para beneficio de todos. El egoísmo solo sirve para torpedear el desarrollo colectivo. Hay que ponerse de acuerdo sobre los objetivos y necesidades para trabajar, cada cual desde su espacio y capacidades, en fines comunes que brinden oportunidades en equidad y armonía.
Solo con visión integradora y en respeto a la otredad el camino por andar será más llevadero y los resultados se obtendrán más rápidamente.
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