Depauperación gradual y ostensible
La buhonería se ha convirtió en la principal actividad económica de algunos venezolanos; el consumo y la venta al detal o “retail” ante una realidad irrefutable
Espeluznante el índice por la pobreza de ingresos en nuestro país, ahora de casi un 94,5 por ciento, según pesquisa Encovi-UCAB; sondeo que también arrojó un 76,6 por ciento de los venezolanos sobreviviendo tras el umbral de pobreza extrema –indigencia-, lo que implica unos 8,9 puntos porcentuales por encima del informe 2019-2020; grave.
Sobre esta crisis tan sórdida el profesor e investigador UCAB, doctor Luis Pedro España aduce que el aumento de la pobreza ha llegado a “lo que podría ser el techo”. Pero, duda que exceda porque “hay un cinco por ciento de la sociedad que puede indexar (compensar) sus haberes cuando hay inflación o mantener su nivel de ingresos ante la “recesión”; recalcó que lo voluble es la pobreza extrema”.
Se achaca el incremento de aquel último año porque el Gobierno no pudo apoyar las diferentes políticas socioeconómicas, específicamente de “bonos o transferencias directas a los hogares, que bajaron hasta en un 20 por ciento en términos reales”.
Además, tenemos una base “que ronda en cerca de un 33 por ciento de pobreza y un nueve por ciento en pobreza extrema, que ni los mejores momentos de producción petrolera del país lograron reducir”. Puesto que la solución no está en una renta pingüe, sino en la definición de políticas sociales coherentes, que la encaucen y reduzcan.
Por otra parte, la Encovi expone que casi un 65,2 por ciento de los hogares en Venezuela están en “situación de privación”.
Observamos, también, cómo la buhonería se ha convirtió en la principal actividad económica de algunos venezolanos; el consumo y la venta al detal o “retail” ante una realidad irrefutable; otros estudios refieren que alrededor de un 50 por ciento de nuestros hogares sobrevive gracias a la informalidad; viven del día a día. Pero, más aún, sin aptitud ahorrativa, pues si la crisis avanza habría un agotamiento muy rápido del consumo hogareño venezolano. Trátase de una condición de limitaciones mayor en algunos hogares que ya estaban en umbrales de pobreza, y, se ven afectados en términos de acceso a servicios básicos y capacidad de alimentación. Nos hemos ubicado en una crisis social de gran envergadura (megacrisis).
Cabe añadir que la economía informal emplea, según OIT, a más de un 60 por ciento de la población activa mundial.
Isaimar@gmail.com
Sobre esta crisis tan sórdida el profesor e investigador UCAB, doctor Luis Pedro España aduce que el aumento de la pobreza ha llegado a “lo que podría ser el techo”. Pero, duda que exceda porque “hay un cinco por ciento de la sociedad que puede indexar (compensar) sus haberes cuando hay inflación o mantener su nivel de ingresos ante la “recesión”; recalcó que lo voluble es la pobreza extrema”.
Se achaca el incremento de aquel último año porque el Gobierno no pudo apoyar las diferentes políticas socioeconómicas, específicamente de “bonos o transferencias directas a los hogares, que bajaron hasta en un 20 por ciento en términos reales”.
Además, tenemos una base “que ronda en cerca de un 33 por ciento de pobreza y un nueve por ciento en pobreza extrema, que ni los mejores momentos de producción petrolera del país lograron reducir”. Puesto que la solución no está en una renta pingüe, sino en la definición de políticas sociales coherentes, que la encaucen y reduzcan.
Por otra parte, la Encovi expone que casi un 65,2 por ciento de los hogares en Venezuela están en “situación de privación”.
Observamos, también, cómo la buhonería se ha convirtió en la principal actividad económica de algunos venezolanos; el consumo y la venta al detal o “retail” ante una realidad irrefutable; otros estudios refieren que alrededor de un 50 por ciento de nuestros hogares sobrevive gracias a la informalidad; viven del día a día. Pero, más aún, sin aptitud ahorrativa, pues si la crisis avanza habría un agotamiento muy rápido del consumo hogareño venezolano. Trátase de una condición de limitaciones mayor en algunos hogares que ya estaban en umbrales de pobreza, y, se ven afectados en términos de acceso a servicios básicos y capacidad de alimentación. Nos hemos ubicado en una crisis social de gran envergadura (megacrisis).
Cabe añadir que la economía informal emplea, según OIT, a más de un 60 por ciento de la población activa mundial.
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