Emprendimiento social y salud
BARTOLOME FINIZOLA CELLI. El emprendimiento social solvente es más flexible y se adapta más fácil a las exigentes condiciones del momento, ya que tiene más capacidad de establecer alianzas...
Aunque desde hace siglos han existido emprendedores sociales, se atribuye a William Drayton el inicio del uso del término emprendedor social a comienzos de los años setenta, quien planteó que éstos son innovadores que promueven soluciones que supeditan el valor financiero al valor social. En palabras del propio Drayton dice que “Los emprendedores sociales no se contentan con dar de comer un pez o incluso con enseñar a pescar. Ellos no descansan hasta que no hayan revolucionado la industria pesquera”.
El emprendedor social promueve iniciativas que compatibilizan el aumento de ambos valores, dándole prioridad al impacto social, pero desarrollando actividades financieras que garanticen su sostenibilidad con su punto de equilibrio dependiente de su operatividad y las ganancias sean reinvertidas en la institución. Algunos lo denominan emprendimiento social solvente y se diferencian de las instituciones que tienen como objetivo la generación de valor financiero, porque en este caso las ganancias se distribuyen como dividendos y su meta es maximizar las utilidades. También se diferencian de las organizaciones fundacionales que dependen fundamentalmente de donaciones y no generan recursos financieros para garantizar su operatividad, lo cual las hace vulnerables, dependientes y a veces no sostenibles.
El emprendimiento social solvente es más flexible y se adapta más fácil a las exigentes condiciones del momento, ya que tiene más capacidad de establecer alianzas con organizaciones gubernamentales y con organizaciones cuyo objetivo fundamental es crear valor financiero, generando iniciativas híbridas capaces de dar una respuesta más adecuada al problema. Por su autonomía, alta eficiencia y credibilidad, les facilita la interacción con organizaciones internacionales.
Los emprendimientos sociales son más exitosos en condiciones de crisis, porque en el juego entre riesgos y oportunidades, pueden minimizar las amenazas y debilidades y aprovechar las oportunidades y fortalezas. Esto explica que el crecimiento de emprendimientos sociales ha sido sostenido en los últimos años y se perfila como una de las opciones de modelo de gestión más acorde a las circunstancias actuales.
El emprendimiento social es una manera de ver las situaciones, de estudiar los problemas y de plantear las soluciones. Por la versatilidad y la capacidad de adaptación a las exigencias de los retos del momento, el emprendimiento social es un modelo que cada vez ocupa más espacio en el escenario organizacional mundial.
Lo deseable es que todas las organizaciones, aun aquellas que tengan como objetivo fundamental la generación de valor financiero, dediquen especial atención a la generación de valor social como parte de su responsabilidad con la sociedad, desarrollando actividades que vayan más allá de las establecidas por las leyes, ya que las circunstancias actuales así lo exigen.
En el sector salud, el emprendimiento social solvente es una aproximación que debe ser tomada en cuenta en la búsqueda de fórmulas de solución, por la complejidad del problema, derivado de la estrecha vinculación de la salud y la vida, lo cual le da un carácter de universalidad y, por otra parte, por los múltiples factores que inciden en el problema, lo cual requiere participación de diferentes sectores de la sociedad.
En Venezuela hay casos exitosos que pueden servir de modelos para generar propuestas orientadas a solventar el problema de salud, ya que tienen información valiosa derivada de nuestro medio y que, por lo tanto, hace más factible la aplicación de soluciones adaptadas a nuestra idiosincrasia.
ascardio.coordinacion@gmail.com
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