Llegó el momento de comenzar a practicar tanta teoría. A diario nos encontramos con un sinfín de corrientes conductuales o ligadas al mundo holístico espiritual que nos invitan a vivir mejor. Sentimos a veces que todo lo sabemos al respecto y repetimos retóricas de crecimiento personal sin entender el real significado de cada frase.

Hoy en pensamiento propositivo queremos llamar a la reflexión a cada uno de nosotros para diseñar nuestra propia hoja de ruta, la personal, la que con pinceladas de varias alternativas de superación personal nos configure una verdadera reingeniería conductual, cognitiva y hasta espiritual, que nos haga entender cada proceso tan complejo como aleccionador que nos toca enfrentar.

Vivir propositivamente comienza por pensar siempre que todo tiene una solución, que las dificultades traen consigo un abanico de posibilidades de ser solventadas, aliviadas o erradicadas en su totalidad.

Además, una vida propositiva supone la búsqueda del propósito que pasa por explorar con curiosidad entre nuestras pasiones lo que nos mueve realmente, dar con esa chispa movilizadora. No se logra de la noche a la mañana, requiere constancia, repeticiones y una especie de ritual de recalibración permanente hasta alcanzar esa reingeniería humana.

El Pensamiento propositivo viene de propósito, viene de propuestas, viene de pasión, viene de soluciones; es una escuela de pensamiento que se articula con otras áreas del conocimiento humano, tan firme en sus raíces y flexible en su andar como el bambú, con matices que lo hacen adaptar a cualquier situación y circunstancia.

Un eje transversal del Pensamiento Propositivo es alcanzar la felicidad. Ciertamente este concepto se hace a ratos muy abstracto y más si lo asociamos con los pensamientos que tanto dependen de la percepción individual de cada uno. Sin embargo, por tratarse de uno de los propósitos más codiciados, una aspiración universal, es considerada por nuestra filosofía como un eje transversal importante para el estudio y comprensión del pensamiento propositivo.

Queda claro que se trata de una cuestión trascendental en la existencia del ser humano, y son muchos los pensadores que a lo largo de la historia y conforme a su contexto, han reflexionado sobre los secretos de la felicidad y cómo conseguirla. La investigación sobre eso nos permite contrastar algunos preceptos, y encontrar disparidad de opiniones, aspecto que enriquece el debate y deja ver como cada uno de nosotros crea el concepto que corresponde a lo que creemos. Entre ellos uno de los más aceptados y compartidos es el de Buda Gautama: “No hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino”, que nos invita a disfrutar y aprender de las experiencias enriquecedoras que se viven mientras transitamos el camino que nos conduce a nuestro objetivo.

 
Para vivir propositivamente y lograr ser felices debemos considerar algunos aspectos importantes:

• Cree en ti y en el poder de tus pensamientos, no olvides que todo lo que crees lo creas.

• Considera cada experiencia una oportunidad para crecer. Nada de lo que te ocurre es malo, solo tenía que ocurrir para tu crecimiento y fortalecimiento personal.

• No temas al qué dirán. La mayoría de nosotros deseamos sentirnos aceptados y valorados por las personas de nuestro entorno más cercano; como seres sociales que somos nos hace sentir bien y nos proporciona seguridad; pero en ocasiones, ese deseo se transforma en una necesidad insana que termina por paralizarnos.

• Aprendamos a perdonar y a perdonarnos.

• Concienticemos el juego ganar-ganar como un ejercicio de empatía donde todo nuestro entorno y quienes intervienen en nuestras relaciones interpersonales encuentren en cada circunstancia un capital de fortaleza que llene su bodega del alma.

Estos temas con mirada propositiva son desarrollados de lunes a viernes en vivo a través de La Romántica 98.9 en Puerto la Cruz a las 7:20 pm, y en cápsulas también en La Romántica de Caracas en tres emisiones diarias. No olvide mantener su pensamiento propositivo y conviértalo en accionar.