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Nunca rendirse

A veces, lo único que necesitas para seguir adelante es tomar un poco de aire, una palmada en la espalda y una voz amiga que te diga “no te rindas..."

  • ECCIO LEÓN R.

22/09/2021 05:00 am

La vida no es fácil, en ocasiones nos da un sacudón del que creemos que no podremos levantarnos, en este momento todo se torna gris y lo único que queremos es rendirnos, dejarlo todo atrás y lamentarnos de nuestro sufrimiento, pero ¿cuántas veces en la primera dificultad nos damos por vencidos?

Cuando obtenemos algo con extrema facilidad es común que no se valore, algo que afecta el desarrollo personal es otorgar todo gratis sin mayor esfuerzo. Detrás de los mayores esfuerzos existe una enorme recompensa, sin que esto signifique que para triunfar hay que crear más obstáculos de los ya existentes. Jamás hay que rendirse, porque el ensayo y error siempre lleva al resultado correcto, puedes caerte mil veces, pero quizás en el intento 1001 se encuentre el éxito. A cada quien le llegarán los momentos difíciles, las malas noticias, las penas, los dolores. Nadie será ajeno a la enfermedad o a la muerte, al desprecio, al desamor, al abandono. Se podrán superar las pruebas con buen ánimo, se alcanzará la victoria al final de cada proceso, pero nadie podrá afirmar que el proceso fue fácil.

En el año 1975, cuando las dos leyendas del boxeo mundial: Mohamed Ali y Joe Frazier se encontraban por tercera vez en un ring en lo que se conoce como “Choque de trenes”. Las estadísticas contaban con una victoria para cada peleador hasta ese momento. Mohamed Ali vigente campeón se enfrentaba por tercera vez a su gran rival Joe Frazier con quien se tenía una antipatía legendaria (agua y aceite). Detrás de estos gladiadores había un segundo enfrentamiento, el de sus entrenadores, los cuales eran grandes estrategas y motivadores. Por el lado de Mohamed Ali estaba Angelo Dundee un gran motivador, mientras que por el lado de Joe Frazier estaba Eddie Futch un gran planificador. Ya en la pelea y transcurrido 12 asaltos, tal como se esperaba la lucha fue un choque de trenes, ambos luchadores se habían pegado más de 400 golpes, Ali estaba desecho por dentro, casi no podía respirar por la golpiza que estaba recibiendo del gancho izquierdo de Frazier, mientras que Frazier se encontraba casi ciego producto del constante castigo que Ali propinaba en su cara. Era velocidad y precisión versus potencia y fuerza bruta. ¿Quién ganaría primero?,

Al sonar la campana, Ali se dirige a su rincón exhausto y le dice a su entrenador: que tire la toalla, no puede más. Entonces Angelo Dundee que era un gran motivador, le contiene y lo inspira a pelear un round más. La victoria y la derrota están a la misma distancia, pide un esfuerzo más. Ali sale y da todo lo que tiene, Frazier por su parte también no se rinde y por cada golpe que recibe en su cara, contesta con poderosos ganchos al cuerpo de Ali. Al terminar el 13 round, ya con evidentes problemas físicos, Mohamed Ali nuevamente le dice a su entrenador: que pare la pelea, es suficiente, que ya no puede más. A lo que Dundee nuevamente contiene y motiva que peleé un último round. Ali desecho se para y enfrenta a su rival una vez más, a estas alturas de la pelea, solo el poder de la meta y la fuerza del espíritu mantiene a ambos gladiadores en pie, ninguno quiere ceder. Al terminar el 14 asalto, luego de pelear otro durísimo round, Mohamed Ali llega muy mal a su esquina, pide terminar la pelea, no puede lanzar un golpe más, está roto por dentro y teme morir. A lo que su entrenador responde: “si te vas a morir, muérete después de terminar el asalto 15” Ali en el límite amenaza con sacarse los guantes, a lo que Dundee convence: “cuando suene la campana solo párate en tu lugar y yo doy por terminada la lucha, solo párate”, Ali solo asiente con la cabeza cuando ocurre lo inesperado: Joe Frazier se retira, no va más. Eddie Futch su entrenador no dejó que su pupilo volviera a pelear. Ya tenía la experiencia de haber perdido un boxeador por no haber detenido la pelea a tiempo y sabe que si Joe Frazier pelea un round más morirá. Ali al saber que ganó la pelea, cae en su silla, y ya no puede levantarse más.

La historia tiene catalogada esta pelea como una de las mejores del boxeo, donde dos gladiadores dieron todo por ganar, y el poderoso espíritu de Ali venció a la determinación de Frazier. Posteriormente Mohamed Ali declaró que nunca estuvo tan cerca de la muerte como en aquella noche y Joe Frazier declaró que no entendía cómo su rival pudo resistir tanto. Esta historia demuestra que solo depende de nosotros hacer este tipo de milagros, la victoria y la derrota son solo los opuestos de una misma cosa. Aunque las cosas se pongan difíciles no hay que rendirse. Nada supera al espíritu y la determinación que pueden hacer milagros. Lo cierto es que el éxito es tan solo un proceso de autodescubrimiento, todas las personas ya son infinitamente exitosas y pueden alcanzar cualquier sueño, lo que necesitan hacer es un esfuerzo con determinación. Si eres el constructor de tu vida, significa que estás en la capacidad de hacer realidad cualquier sueño.

En fin, a veces, lo único que necesitas para seguir adelante es tomar un poco de aire, una palmada en la espalda y una voz amiga que te diga “no te rindas, sigue, tú puedes con todo”. Sí, intentarlo y arriesgarse es difícil... nadie dijo lo contrario; sin embargo, las personas más valientes y fuertes deciden levantarse después de una mala experiencia y volver a intentarlo. Recordemos que la lucha nunca es en vano.

@el54r


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