Decía el escritor Víctor Hugo que no sería inteligente el odio al lujo, porque implicaría el odio a las artes. En efecto: el diseño de moda se sitúa en esa estrecha franja que combina lo creativo, lo artístico, lo sublime, con lo más artesanal y tecnológico, así como con el marketing. Puede decirse que, en cada pieza confeccionada con esmero, confluyen diversos aspectos que se van sumando a lo largo del proceso, desde su concepción hasta el usuario final, y que contribuyen a hacer de ella un objeto de lujo, aunque no necesariamente inaccesible.

En este marco parece inscribirse Magnolia, la marca venezolana que ha ido escalando posiciones en el mercado internacional de la mano de su creadora, Daniela Peña. En España, la introdujo la diseñadora Betty Paz, quien ha acompañado a Daniela a través de la consolidación de la casa de modas, que presentó sus creaciones recientemente en Madrid en los jardines de un exclusivo hotel de la capital española.

En tiempos de desaliento, de darse por vencido, de desesperanza, resulta estimulante ver cómo, desafiando todas las limitaciones, esta marca surge y se desarrolla en Venezuela, logrando irradiarse con éxito a otros lugares del mundo. “Es un reto constante el conseguir los insumos y paliar los efectos de pandemia, pero la perseverancia de Daniela y de todo su equipo de trabajo hace posible la realización de cada pieza con diseños únicos, excelentes materiales y una impecable confección y buen gusto. Nadie ignora todos los retos que se enfrentan en Venezuela a la hora de conseguir materiales, efectuar traslados y enfrentar una inflación dolarizada, pero la constancia y la disciplina hacen que la marca siga produciendo en el país, incluyendo trabajos de artistas y artesanos locales tanto de Valencia como de la Isla de Margarita”, explica Betty.

Actualmente la marca cuenta con dos showrooms de ventas, uno en Valencia, donde está ubicado el atelier, y otro en Altamira, Caracas.

La colección puede ser realizada por pedido, para minimizar el desperdicio textil, así como también para cuidar todo el trabajo manual de las piezas realizadas. Porque la marca se encuentra consustanciada con los valores de la moda sostenible: el comercio justo, el slow fashion, las políticas de prendas confeccionadas sobre pedido y las normas de residuos mínimos son sus directrices de trabajo, así como el compromiso social con los miembros de su equipo.

Las piezas que han sido exhibidas en Madrid pertenecen a la colección Sofía, una cápsula que traduce un proceso de transformación personal y profesional de Daniela Peña. Inspirada en un viaje a Estambul, respeta los principios de sostenibilidad de la empresa a través de los textiles empleados y de los propios diseños, atemporales e intercambiables entre sí. En estas propuestas también se apoya a comunidades de artesanos con el objetivo de preservar sus saberes ancestrales y lograr unificar ciertos elementos de Estambul y Venezuela, como el tejido artesanal realizado a mano, lo cual constituye un valor agregado a cada prenda. De hecho, los tejidos empleados en esta colección incluyen la representación gráfica de granadas estampadas con técnicas de sublimación.

Daniela, nacida en Puerto Cabello, además de ser diseñadora de moda egresada del Instituto Brivil, es Licenciada en Administración y Técnico en Mercadeo.

“MagnoliaBydp”, no es solo una apuesta empresarial y creativa de alto nivel, sino que constituye también una inspiración para emprender y trabajar, cualquiera que sea el contexto, en armonía con el entorno y aprovechando todas las sinergias posibles.

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