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Deslealtad

En fin, la lealtad es un corresponder, una obligación que se tiene con los demás. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos

  • ECCIO LEÓN R.

14/07/2021 05:00 am

En estos tiempos de incertidumbre, nos encontramos con seres sin escrúpulos, que por encima de todo logran actuar mediante fines bochornosos, sin importar los medios para encontrarlos. Utilizan alianzas en la sombra porque no se atreven a obrar a la luz del día, aprovechan debilidades ajenas para lograr sus objetivos y jugar descaradamente con la lealtad, detrás de una máscara que oculta la traición inminente.

La palabra lealtad proviene del latín “legalis” que significa “respeto a la ley”. También lo definen como el “cumplimiento que exigen las leyes de la fidelidad, el honor y al hombre de bien”. En consecuencia, se entiende por lealtad como la virtud y el carácter de una persona que expresa un sentimiento de respeto y fidelidad hacia otro ser humano, durante un compromiso; un individuo que posee un sentido de comunidad, que profesa principios morales, es sinónimo de “nobleza, rectitud, honradez, honestidad” lo cual le permite desarrollar fuertes relaciones sociales o de amistad, en el que se crean vínculos de confianza muy sólidos.

Del mismo modo, el término leal se define como “lo que se le guarda a alguien o algo la debida fidelidad”. Este adjetivo identifica a un individuo fiel de acuerdo con sus acciones o comportamiento. Por ello, una persona leal es aquella que se caracteriza por ser dedicada, inclusive frente a circunstancias cambiantes o adversas. La lealtad como valor es una virtud que se desenvuelve en nuestra conciencia, en el compromiso de defender y de ser fieles a lo que creemos y en quien creemos. Consiste en la obediencia de las normas de fidelidad, honor, gratitud y respeto.

La lealtad posee numerosas vertientes y ha sido motivo de análisis por escritores creativos y tema de estudio de psicólogos, psiquiatras, sociólogos, estudiosos de la religión, del ámbito de los negocios y la mercadotecnia, economistas, políticos, y en especial, teóricos de la política, que se ocupan de aspectos tales como los juramentos de lealtad y patriotismo. La Enciclopedia Británica en su edición No 11, remonta las raíces de la palabra lealtad al siglo XV, haciendo notar que en esa época se refería a la fidelidad en el servicio, en el amor, o a un juramento que se había realizado.

Nuestra Biblia cristiana nos dice «Dad al Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Ello define un límite a la autoridad del hombre. Desde el punto de vista cristiano, existe una esfera más allá de la terrenal y, si la lealtad del hombre entra en conflicto con la lealtad a Dios, la última tiene prioridad. Si bien se considera a este valor como una promesa del alma, fortalecerla y transmitirla se reflejará en el ejercicio diario que nos proponemos al ser mejores.

Debemos también considerar su lado invisible: cuando hablamos de “nobleza, rectitud, honradez, honestidad”, no queremos decir obediencia absoluta sin considerar los mandatos del corazón y del alma. Tengamos presente que las lealtades invisibles o inconscientes a personas, instituciones e inclusive al sistema familiar, actúan muchas veces como trabas u obstáculos en la libertades del propio ser. Seamos leales a nosotros mismos, teniendo en cuenta que este valor traspasa nuestro cuerpo y destila una poderosa energía, cuyo objetivo está fijado en encontrar y atraer personas leales.

En fin, la lealtad es un corresponder, una obligación que se tiene con los demás. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. Es un valor, pues quien es traidor se queda solo y va contra cualquier principio del ser humano en sociedad, lo irónico es que el ser humano no es nada sin ella, por lo que un ser desleal pierde las virtudes de un ser humano. Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener un amigo superficial, o trabajar en un lugar simplemente porque nos pagan. Sin embargo, la lealtad implica un compromiso que va más hondo: es el estar con un amigo en las buenas y en las malas, es el trabajar no solo porque nos pagan, sino porque tenemos un compromiso más profundo, igualmente con nuestras familias y con la sociedad misma, la lealtad al igual que el racionamiento nos caracteriza como seres humanos, por lo que ser desleal seria ir en contra de nuestra naturaleza.

@el54r
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