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Palma: Programa de ajuste económico pasa por un acuerdo político amplio

“Se trata de atacar todos los factores que están creando presión inflacionaria en la economía nacional”

  • Diario El Universal

13/05/2018 05:00 am

INGRID NAVARRO

Caracas-. Para el economista, Pedro Palma, la crisis económica que atraviesa el país actualmente demanda correctivos urgentes y sin demoras en el ámbito fiscal, monetario y cambiario lo cual pasa por lograr un acuerdo político amplio que permita rescatar la credibilidad y la confianza en el país.

El programa a aplicar asegura debería incluir acciones como el estímulo de las inversiones, diversificación de la producción, concentración del Estado en las cosas que les son propias, reprivatización de una serie de empresas y el desmantelamiento de los controles, entre otros, porque son los elementos que le permitirán por un lado abatir la inflación y por otro retomar la senda del crecimiento económico sostenido.

Explica el profesor emérito del IESA, fundador expresidente e individuo de número de la Academia de Ciencias Económicas de Venezuela (ANCE) que la implementación de medidas económicas aisladas carece de sentido.

Cita que los ajustes de salarios compulsivos, por ejemplo, no compensan el aumento de los precios y lleva a las pequeñas y medianas empresas que son las mayores generadoras de empleos a cerrar sus puertas porque por el control de precios existente no tienen capacidad de incrementar sus precios al mismo ritmo del ajuste de los costos que enfrentan.

Destaca que países de América Latina en las pasadas décadas han aplicado medidas en los ámbitos que recomienda como parte de un programa integral y han funcionado. “Esto hizo incluso que se considerara que los problemas hiperinflacionarios estaban superados en el mundo económico…por eso es insólito que se esté viviendo en Venezuela esta situación producto del mal manejo de las políticas públicas”, apunta.

En el ámbito fiscal el también director de Ecoanalítica sugiere el avanzar hacia un proceso de racionalidad del gasto público y una disciplina fiscal aumentando los ingresos y racionalizando los gastos.

Llama a sincerar las finanzas públicas lo cual, alerta, pasa por el incremento de los ingresos. En este ámbito califica como fundamental la revisión de las tarifas de los servicios públicos “que son prácticamente inexistentes” y elevar los precios de los bienes que ofrece el Estado venezolano.

En detalle

Hace énfasis especial en la necesidad de sincerar el precio de la gasolina y asegura que el derivado del petróleo “no se puede seguir regalando como está sucediendo actualmente”. Adicionalmente, señala que hay que mejorar la eficiencia del gasto público, reducir los gastos superfluos y avanzar hacia un proceso serio de abatimiento de la corrupción que genera grandes pérdidas a la nación. “Por esta vía se reducen las necesidades de financiamiento de gasto público deficitario”.

Estima que en lo financiero es pertinente devolver la autonomía al BCV y que, tal y como lo establece la Constitución Nacional, el organismo deje de financiar gasto público deficitario al gobierno y establezca una política monetaria coherente además de coordinar con el gobierno nacional una política fiscal orientada a la consecución de determinados objetivos antiinflacionarios. Para ello, estipula deben establecerse metas semestrales y anuales que tengan como meta abatir el desplazamiento de los precios.

En materia cambiaria sostiene que se debe revisar toda la política en el área y desmontar el control de cambio que califica como “absurdo” e ir a un proceso de libertad cambiaria y libre convertibilidad con un tipo de cambio único que no sea fijo en el tiempo.

Una de las políticas que considera indispensable en el referido escenario es el establecimiento de una nueva moneda que esté definida inicialmente por una cantidad determinada de bolívares antiguos que se establecería de la forma más racional posible. Una vez logrado ese objetivo se definiría al principio una paridad de 1 a 1 con el dólar, pero reitera que ello no debe implicar el establecimiento de un tipo de cambio fijo sino flexible para que en el transcurso del tiempo y, de acuerdo a cómo se vayan comportando los precios relativos o internos versus los externos, el signo monetario pueda apreciarse o depreciarse.

Cita como ejemplo el Plan Real implementado por Brasil en la primera mitad de la década de los 90 del siglo 20 donde se estableció como moneda el real y se aplicó el mecanismo e incluso el signo monetario se apreció y llegó a ser 0,80 reales por dólar. Luego se fue ajustando hacia arriba y posteriormente se permitió que el tipo de cambio fluctuara de acuerdo con la relación de inflación interna versus externa.

Consultado con respecto a cómo determinar la referida paridad señaló que se establece cuántos bolívares compran lo que se puede adquirir con un dólar y si la inflación interna es mayor que la externa entonces el tipo de cambio debe ir subiendo o si los precios del país siguen bajando incluso se puede apreciar “impidiendo que esa moneda tenga un tipo de cambio fijo e inflexible con respecto al dólar”.

Apunta que es indispensable estimular la inversión para aumentar la capacidad de producción del sector privado y la oferta de bienes y servicios. En el ámbito petrolero recomienda retornar al proceso de apertura de los años 90 e impulsar de una forma eficiente y efectiva los niveles de producción de crudo con la participación se empresas privadas.

Desmantelar controles

Para Palma actualmente la economía local está inmersa en un colapso caracterizado por una paralización total de la actividad económica y una caída superior al 35% del PIB durante los últimos 4 años y que estima que este año seguirá la tendencia en torno al 15% con un escenario de hiperinflación que ha hecho que en los tres primeros meses del año el indicador promedie intermensualmente 85%. Llama la atención con respecto a que de mantenerse ese nivel a lo largo del año la anualizada se ubicaría en 160.000% situación que asegura sería dramática e insoportable.

Alertó con respecto a que el proceso inflacionario “depaupera a la población especialmente a los de más bajos ingresos, incluso a pesar de los ajustes compulsivos de salarios”. En el caso de los alimentos calcula que el desplazamiento de los precios es de 120% intermensual.

Palma recomienda el desmantelamiento progresivo del control de cambio, con más de 15 años de vigencia, y aplicar una política cambiaria racional y eficiente.

La confianza

Consultado con respecto a si la aplicación del programa descrito sería posible con el actual gobierno, dijo que en este momento no existe la suficiente confianza, pero citó que en otros países se ha visto que gobiernos que no tenían ninguna credibilidad o que llevaron a situaciones adversas la economía dieron un giro de 180 grados en el manejo de la política económica y la crearon. ¿Qué lo pueda lograr este gobierno? “No lo sé…pero el asunto es que tiene que enseriarse no solamente hacer anuncios”.

Agrega que también es conveniente que en el gobierno y en todo el estamento político exista consenso con respecto al camino a seguir porque no se trata solo de políticas de corto plazo e inmediatas sino que, en muchos casos, tienen visión de sostenibilidad en décadas. “Por lo tanto deben estar fundamentadas en un acuerdo político muy amplio con todas las fuerzas políticas del país, lideradas por quienes dirigen el gobierno para que faciliten enrumbar la nación hacia una senda de desarrollo sustentable con visión de largo plazo para lo cual se requiere un liderazgo político incuestionable”.

Por otra parte, mencionó que debe existir una política comunicacional bien establecida para explicarle a la población por qué se están tomando las medidas, los sacrificios que implicarán y que “eso será menos malo que continuar con lo que tenemos para que exista convicción de que ese es el camino a seguir”.

Otros programas sociales

Apuntó que también será pertinente el diseño de programas sociales muy bien estructurados que subsidien o ayuden a la población de más bajos recursos que será la que recibirá el mayor impacto del cambio de rumbo en la política económica. En este punto estima que “los programas absurdos que actualmente existen deben ser sustituidos por otros bien concebidos que ayuden a mitigar los efectos negativos que la política de ajuste y estabilización tendrá sobre este segmento de la población”.

Para Palma debe ser diseñado un plan de estabilización lógico, coherente y creíble que todo el mundo lo compre como el camino a seguir para solventar los problemas que actualmente existen en el país.

Recomienda que se vaya a un proceso de estímulo de la actividad productiva de tal forma que se incremente la producción y se revierta la caída del PIB convirtiendo el aparato productivo interno en sólido con una participación privada, tanto local como extranjera, muy importante que realmente incremente y diversifique la disponibilidad de bienes y servicios condición fundamental para diversificar las exportaciones de productos no petroleros desde el país.

En lo atinente a los inversionistas, tanto nacionales como extranjeras, acuña que será fundamental establecer reglas claras que impliquen respeto a la propiedad privada entre las cuales debería figurar una garantía de que ellos podrán repatriar sus capitales y sus dividendos libremente, pero al tipo de cambio existente al momento en que decidan realizar la operación, es decir, absorbiendo el riesgo cambiario, sin garantizarles a priori un tipo de cambio fijo.

Reducir la dependencia

Mencionó Pedro Palma que uno de los logros fundamentales debe ser disminuir la condición de dependencia rentística del petróleo.

A su juicio la única manera de lograr este propósito es diversificar tanto la actividad productiva como las exportaciones para lo cual se deben crear condiciones para estimular la inversión privada y ofreciendo servicios públicos de primera calidad a las empresas.

Con respecto a las empresas que están en manos del sector público fue tajante al expresar que el Estado debe deslastrarse de las mismas porque actualmente operan de forma ineficiente o simplemente están paralizadas. “Por ello deben ser retornadas al sector privado para garantizar su recuperación”.

“Estas empresas actualmente son mal administradas y lo que hacen es generarle una carga descomunal al Estado y su transferencia a privados es fundamental para lograr el equilibrio de las finanzas públicas. Se trata de atacar todos los factores que están creando presión inflacionaria”, dice.

En opinión del economista “el gobierno debe concentrarse en aquellas actividades que le son propias como seguridad y defensa, el diseño de leyes para establecer reglas claras, la independencia de los poderes públicos para crear un estado de derecho efectivo y eficiente que es fundamental para generar confianza en el país así como en el establecimiento de un sistema de justicia que realmente defienda los derechos de todos los miembros de la sociedad civil y que penalice a quienes incumplan”.

Otra competencia que debe recuperar el Estado venezolano, bajo su óptica, es el desarrollo y mantenimiento de la infraestructura pública.

Abogó por el desmantelamiento de los controles existentes en materia de precios que condenan a las empresas a producir a pérdidas permitiendo que las fuerzas del mercado interactúen en forma efectiva y eficiente.

Igualmente, sugiere que el gobierno de manera conjunta con la sociedad civil promueva una educación compartida, brinde servicios eficientes en el sector salud y garantice desarrollo de viviendas, entre otras.

En referencia a los lapsos en los cuales podrían verse los resultados una vez iniciada la ejecución del plan de ajustes aseveró que son muy rápidos y no hay que esperar largos períodos, luego de que se produzca un giro de 180 grados en materia económica y se tomen acciones efectivas y eficientes en las distintas áreas de la economía, agregó Pedro Palma.

Apoyo económico internacional

Con respecto a la deuda externa el economista Pedro Palma apuntó que algunos de estos compromisos no debieron haberse contraído porque durante años Pdvsa y la República emitieron bonos denominados en dólares que eran vendidos en bolívares a un tipo de cambio absurdo de Bs 5,30 o 6.30 pagando 12,5% que es una tasa muy elevada en dólares.

Sin embargo, aclara que eventualmente Venezuela tendrá que responder pero para salir de la crisis se debe dar prioridad a la disponibilidad de recursos por lo cual apuesta a negociar con los acreedores para postergar algunos pagos o la utilización de parte de los recursos que hay que captar a través de organismos foráneos para evitar que el país caiga en default y que lluevan las demandas pero siempre tratando de ver cómo se disminuye la carga de esas obligaciones externas.

También sugiere negociar con países como China y Rusia la deuda existente para postergar los pagos y ofrecer a los tenedores de bonos instrumentos que sustituyan a los anteriores con el diferimiento de las fechas de pago “con la promesa cierta de que se honrarán a futuro”.

El tema jurídico es neurálgico en las reformas que estima se deben emprender. Considera pertinente aprobar las leyes que se encuentran bloqueadas en el TSJ, promulgar una ley que impida que el BCV pueda financiar el gasto público y rescatar el marco legislativo de la apertura petrolera para aumentar la producción de crudo porque la diversificación de las exportaciones no implica que el petróleo no vaya a ser desarrollado.

Igualmente, asegura que las reformas demandan aprobar marcos regulatorios que promuevan el respeto y estimulen a los inversionistas tanto nacionales como extranjeras, eliminar las políticas discrecionales del Estado y establecer normas que impidan la cartelización y el dumping aunado a constituir un andamiaje jurídico racional y acorde con los objetivos del plan de desarrollo propuesto.

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