María Eugenia Conde
Caracas.- El nuevo aumento del salario mínimo a Bs 1.000.000, no es factor de felicidad para los ciudadanos sino motivo de preocupación, ya que con esta medida llegará el marcaje de los nuevos precios, como ya se acostumbra, más altos, lo que no concede al consumidor una recuperación real del poder adquisitivo afirmó a El Universal, la presidenta de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui.
Uzcátegui sostuvo que no es el incremento de los salarios lo que afecta el costo de los productos en el mercado. “Es todo el desastre económico en el que está sumergido el país, “el Gobierno parece que no quisiera tomar las medidas adecuadas, todo lo contrario, sigue profundizando en los problemas que causa la crisis”, señaló.
-No es que con este aumento la gente va a poder comprar más cosas, al contrario, la hiperinflación deteriora de tal manera el salario que no importa cuánto le ponga, es insuficiente para cubrir las necesidades de los venezolanos.
Aseveró que los comercios no registran una gran cantidad de ventas, debido a que las personas no tienen cómo adquirir los productos.
Más allá de los altos costos, según apuntó, otro de los problemas que denuncian los comercios es la inseguridad, “no es raro que sigamos viendo más cierre de comercios, más caída en las ventas y por supuesto un deterioro cada vez peor de nuestra economía”.
Lamentó que el país vaya a experimentar el cierre de una oleada de pequeñas y medianas empresas.
Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria deslizó que si se siguen subiendo los precios sin control alguno, los comercios y las fábricas van a vender menos.
-Mientras no se recupere el valor adquisitivo de los venezolanos, se va a continuar observando el cierre de negocios en Venezuela.
Comentó que lo más probable es que los precios sí se vean afectados, ya que Venezuela es un país hiperinflacionario, y con este aumento, los precios estarán inalcanzables para algunos sectores del país. “Los comerciantes se ven obligados a aumentar los costos, porque a ellos también les aumentan la materia prima”, recalcó.
Asdrubal Oliveros, director de Ecoanalítica, dejó claro que el sector privado en el país está operando a su mínima capacidad histórica, prácticamente por debajo del 30%. Esto tiene un impacto directo en temas de abastecimiento, de provisión de bienes y servicios, generación de empleo y generación de crecimiento económico.
Explicó que la hiperinflación en Venezuela es inédita, porque es una hiperinflación sin billete ,“generalmente los bancos centrales son lo suficientemente eficientes para proveer la cantidad de billetes necesarios para los requerimientos que tiene una economía. En este momento, Venezuela está pasando por la ausencia de los billetes idóneos, también tenemos un colapso en los sistemas electrónicos puesto que no están adecuados para el volumen de transacciones que en este momento se están haciendo”.
La hiperinflación que atraviesa Venezuela, ha ocasionados que los coterráneos hagan sus transacciones en otro tipo de moneda, sostuvo.
Ratificó que actualmente en el país algunos servicios e incluso pagar una cita médica, se debe costear en dólares.
-El salario que actualmente tiene Venezuela comparado con el del año 1997 perdió toda capacidad de compra. El poder de los salarios se mide en básicamente por lo que puedes adquirir en el mercado, con él.
Para Oliveros, el país está atravesando por una fuerte emergencia social, ya que actualmente el salario en términos de compras, “no permite adquirir algo tan sencillo como cebolla, azúcar, café, etc”, aseveró el experto.
Escases de alimentos
Según cifras de Provea, dijo el economista, los Claps benefician solo al 30% de la población, sumado a esto, las familias necesitan 58 salarios integrales para comprar la Canasta Básica Familiar.
“Estamos teniendo unos términos muy elevados de escasez, la capacidad de compra de las personas se ha visto mermada por los altos costos que tienen los productos en un supermercado”, reiteró.