Caracas.- Se dice que las negociaciones no se dan para evitar la crisis, sino para administrar los escombros. El profundo nivel de daño estructural en lo social, económico y político que tiene el país –y que ya no hay manera de ocultar, resignificar o argumentar- podría decirse que está cercano a los escombros, por lo que comienzan a darse las condiciones para sentarse a negociar, en forma espontánea y voluntaria. Es cierto que esa intencionalidad, a esta fecha, aún no se percibe de ninguno de los dos lados, por lo que pareciera que, lamentablemente, debe haber aún mayor destrucción para que esa negociación finalmente ocurra.
A diferencia de lo social y lo político, la transición en lo económico ya comenzó hace tiempo, con sus marchas y contramarchas. Y deberíamos apoyarnos en eso para profundizarla, aislándola del resto, y como parte de una estrategia nacional no partidista, y compartida por todos los venezolanos; sin importar mucho quien esté en el gobierno, si Maduro, una junta de transición, o Guaidó.
Es mandatorio liberalizar la economía, y dejarla fluir como un proceso autónomo, de forma tal que el estado (o gobierno, que hoy son sinónimos) tome distancia, desestatizando rápidamente, aquellas áreas que en manos del estado ya no tienen solución. Petróleo, gasolina, electricidad y agua, son temas críticos que hay que abordar, tal como, en su momento, se hizo con la telefonía celular y el internet. Abordar las soluciones en forma pragmática y orientadas al logro.
Noticias relevantes
Lo que no fue noticia (y debería serlo)
A diferencia de lo social y lo político, la transición en lo económico ya comenzó hace tiempo, con sus marchas y contramarchas. Y deberíamos apoyarnos en eso para profundizarla, aislándola del resto, y como parte de una estrategia nacional no partidista, y compartida por todos los venezolanos; sin importar mucho quien esté en el gobierno, si Maduro, una junta de transición, o Guaidó.
Es mandatorio liberalizar la economía, y dejarla fluir como un proceso autónomo, de forma tal que el estado (o gobierno, que hoy son sinónimos) tome distancia, desestatizando rápidamente, aquellas áreas que en manos del estado ya no tienen solución. Petróleo, gasolina, electricidad y agua, son temas críticos que hay que abordar, tal como, en su momento, se hizo con la telefonía celular y el internet. Abordar las soluciones en forma pragmática y orientadas al logro.
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Lo que no fue noticia (y debería serlo)
- Que “todos los escenarios están dados para una posible explosión social pero parece que el bravo pueblo, no es tan bravo”.
- O que, ante el aumento de los casos y el desgaste de la cuarentena como instrumento, el gobierno debe dar más confianza técnica en el manejo de la pandemia.
- Ni que, en los anuncios diarios debería estar presente un comité no político, que incluya profesionales en estrategia y visión de conjunto, sociología, antropología, psiquiatría y también en infectología.
- O que, lo que pasa en otros países no es tan importante como lo que está pasando aquí, y allí es donde hay que poner el énfasis comunicacional.
- Tampoco, que las empresas deberían hacer controles de temperatura y olfato y aplicar pruebas rápidas a todos sus trabajadores. Y como parte de la RSE, extenderlo a su área de influencia.
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