Caracas.- Este lunes 30 de marzo, los economistas de las Naciones Unidas solicitaron otorgar 2,5 billones de dólares en fondos, subsidios y cancelación de deudas con la intención de suministrar apoyo a los países subdesarrollados, ante la presencia de la pandemia del coronavirus.

A través de la publicación de un estudio, la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Cnuced) explicó que las consecuencias económicas vinculadas con la pandemia del covid-19 son cada vez más impredecibles. No obstante, aseveró que “la situación empeorará para las economías en desarrollo”.

Dadas la circunstancias, la Cnuced pidió que sea adoptado un plan de apoyo que esté constituído por la inyección de 1 billón de dólares, la cancelación de deudas por un billón adicional y una concesión de 500.000 millones de dólares por concepto de subvenciones en los servicios de salud de emergencia y programas de ayuda social.

Asimismo, especialistas miembros de la Cnuced indican que los países en desarrollo, con una posible excepción de China e India, estarán sometidos a graves dificultades por causa de la pandemia.

El estudio reveló que a pesar de haber tomado medidas y planes de reactivación masivos con la finalidad de evitar un largo período de depresión, dichas regulaciones “no impedirán (…) una recesión de la economía mundial este año”.

La organización detalló que las consecuencias de la pandemia aunado a una recesión económica global podrían ser catastróficas para muchos países en desarrollo, tomando en cuenta que, según sus cálculos, estas naciones se verán expuestas a un déficit de financiamiento de entre 2 y 3 billones de dólares en los próximos 2 años.

Finalmente, el director de la División de Globalización y Estrategias de Desarrollo de la Cnuced, Richard Kozul-Wright, indicó que “las economías avanzadas se han comprometido a hacer todo lo necesario para evitar que sus empresas y sus hogares sufran grandes pérdidas de ingresos”.

“Pero si los dirigentes del G20 quieren respetar su compromiso de respuesta mundial en un espíritu de solidaridad, deben tomarse las medidas necesarias para los 6.000 millones de personas que viven fuera de las economías del G20”, añadió.