Caracas.- En esta semana se dice que terminó el período de incubación del virus y que todos los casos comenzarán a manifestarse, haciendo más importante que antes, la profundización de la cuarentena. De hecho, este es el verdadero momento para aplicarla, por eso es que vemos que las diferentes estrategias desplegadas en los países, ahora todas tienden a converger en aislamiento; y lo bueno o malo que hayan sido las medidas tomadas, recién ahora es que se podrán a prueba. Tanto para haber logrado la disciplina social del aislamiento, como para tener todo listo para recibir una gran presión sobre la infraestructura sanitaria y hospitalaria. En este punto se acaban las comunicaciones y la política, y comienza la información “dura” y los profesionales. Aquí es donde se comprueba si es cierto que disponemos de los respiradores, camas y unidades de terapia intensiva que se nos dijera, y que estamos realmente preparados para esa batalla que aún no ha comenzado.
Político
Las medidas de EEUU contra personeros del chavismo, nos muestran que el gobierno norteamericano cedió a la justicia -como poder demostradamente independiente- una parte de las iniciativas políticas que manejaba con respecto a Venezuela. Ahora ese poder deberá arbitrar los medios para cumplir los pedidos de captura emitidos, los cuales ya no pueden ser revertidos, ni tienen las ataduras y límites que los “juegos de tronos” le iban imponiendo en el campo político: ya ni Rusia ni China los pueden ayudar en esa materia.
Social
La venezolana siempre fue una sociedad soñadora y aspiracional, y ya desde hace tiempo se siente frustrada e insatisfecha en sus necesidades de previsibilidad y de acceso a las oportunidades. En la medida que el país fue achicándose como resultado de la gestión gubernamental, fue agrandándose una brecha entre las expectativas de la gente y las posibilidades del chavismo para satisfacerlas. Y se ensanchará muchísimo más por el gran impacto que la aparición del Covid-19, va tener en la sociedad. Habrá nuevos requerimientos que el gobierno no podrá satisfacer, por lo que tendrá necesariamente que adaptarse y transformarse.
Económico
Separar lo económico de la gente es un juego de palabras que más sirve para confundir que para ayudar. Son inseparables, son parte viva del tejido social, y no tienen razón de existir separadamente. Aceptar esa falsa dicotomía es aceptar el fracaso de las ideas y de la evolución, convirtiéndose en el principal indicador del fin de una etapa, y el comienzo de una transición hacia otra más avanzada en la cual tendremos que reacomodar los recursos con que contamos de forma tal de “limpiar” las ineficiencias que nos trajeron hasta aquí. Se nota en la mejora acelerada del medio ambiente, la baja en los delitos, las quiebras de las empresas ineficientes, la formalización del estudio y del trabajo a distancia y la eliminación de los empleos redundantes. También en la reinserción social de los dispositivos celulares, y la progresiva sustitución del transporte físico por el ancho de banda; incluyendo los reacomodos “brutales” que deberán hacer los gobiernos rediseñando –en forma y fondo- los presupuestos nacionales, todo lo anterior facilitado por la baja estructural en los precios de los combustibles. No pudimos cambiar por voluntad propia, ahora lo haremos porque no queda más remedio.
Internacional
La contracara de la crisis son los beneficios ambientales que la cuarentena global le está produciendo al planeta, recuperando la capa de ozono y restableciendo equilibrios que estaban perdidos. Si al mundo lo pudiéramos medir solo en términos de PIB, y si tomamos como referencia su valor a precios corrientes para el 2018 que era de U$ 85,91 billones, y si lo analizáramos en términos cualitativos, podríamos decir que habría un PIB bueno y robusto, y uno malo y contaminante, que es el que seguramente se perderá después de esto. Aunque no está claro cuál era su composición cualitativa antes del virus, lo que si ocurrirá es que, de ese 20 a 40% en que caerá la actividad total para fin de año, la única parte que se recuperará será la buena, pues la otra ya no tendrá sentido de existir. Tal vez el nuevo PIB de equilibrio con la naturaleza, debería estar más cerca de los U$ 70 billones. Ojalá la lección la vayamos aprendiendo e internalizando.
Recomendación
Al gobierno:
- Que provea alimento casa por casa a la gente que no tiene que comer, así no tenga carnet de la patria.
- Que prepare la integración acelerada de la empresa privada en esta nueva etapa de expansión del virus.
- Que revise su presupuesto de gastos para optimizarlo y ver qué es lo que puede financiar, que es lo que deberá cortar.
- A los políticos, que mantengan la calma y que si lo que tienen que decir es repetirse a sí mismos, entonces, mejor, quedarse callados.
- A las empresas, que hagan pruebas ácidas de sus proyecciones de ingresos y gastos, considerando como nuevo horizonte para re comenzar la actividad con cierta estabilidad, recién el mes de enero 2021.
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