Caracas.- Davos está tocando este año un tema que para nosotros en Venezuela se ha convertido en algo natural. Nuestro empresariado aprendió por la vía dura que considerar que el retorno del capital es solo para el accionista, es un error que se paga caro. Hace 25 años la declaración de “visión” de cualquier empresa terminaba diciendo: “… y con retorno para el accionista”. Tiempo después le incorporó la “conciencia ambiental”, y hoy no hay prácticamente ninguna que no incluya el “retorno para la comunidad y la sociedad”. Ha sido una evolución. Empresarios señeros de nuestra sociedad, como Eugenio Mendoza, ya habían abierto el camino entre los 40’s y los 70’s, pero el concepto, que aún hoy es referencia, quedó como algo sofisticado y solo para grandes empresas. Posteriormente el llamado desarrollo endógeno impulsó la integración de sectores abandonados de nuestra sociedad, y lo expandió a otras capas empresarias, que se pusieron a la defensiva primero, y lo llevaron a empoderarse del tema después. Aprendimos que empresarios, trabajadores y comunidad son un equipo y que tenemos que ayudarnos los unos a los otros. En estos momentos cuando los empresarios son más necesarios que nunca, porque son la columna vertebral de nuestra sociedad, es cuando ese “capitalismo responsable” que inventamos aquí para sobrevivir como nación, se convierte en algo tangible y con sentido de trascendencia. Que el tema haya llegado a Davos, ya es importante, pero si Guaidó lo incluyera en su participación pasaría para nosotros a ser doblemente relevante.