Caracas.- El uso del dólar en la economía venezolana cobra cada vez más fuerza y cotidianidad entre la población, tanto así que diversos estudios han arrojado que las transacciones en la divisa norteamericana han ascendido a más del 45% sólo en Caracas.
Por ello, para el economista y profesor universitario, José Manuel Puente, este fenómeno “no ha sido realmente una dolarización, porque aún se mantienen restricciones”, indicando que a pesar que se estén realizando un porcentaje importante de transacciones en dólares y una parte de la población tiene ahorros en esta divisa, aún no se ha dolarizado la economía por estas restricciones.
“Esta dolarización de facto es consecuencia de que los agentes económicos han perdido credibilidad sobre el cono monetario, a raíz que el bolívar ha padecido un proceso de hiperinflación que lo ha pulverizado”, a la vez que afirma que el tipo de cambio “ha sufrido múltiples ajustes en los últimos años, lo que lleva que el factor de inflación y devaluación han pulverizado la moneda”, dijo.
Igualmente Puente, señaló como los agentes económicos se “han refugiado en el dólar para proteger así su patrimonio”.
Se debe destacar que el presidente de la República, Nicolás Maduro, catalogó a la “dolarización de facto”, como ha sido calificada por distintos economistas, como una “válvula de escape” para la economía venezolana.
Se debe destacar que el presidente de la República, Nicolás Maduro, catalogó a la “dolarización de facto”, como ha sido calificada por distintos economistas, como una “válvula de escape” para la economía venezolana.
Según José Manuel Puente, las restricciones que se han registrado han sido el uso de “las tarjetas de crédito venezolanas ya que no pueden ser utilizadas en el exterior para pagar bienes o servicios en dólares”, además que aún no se pueden retirar las divisas del banco sin ningún limite, además los salarios siguen siendo expresados en bolívares”, apuntó.
El economista señaló el “gran desbalance” que existe al generar precios en dólares y salarios en bolívares, al ser el más bajo en América Latina.
“Vías de alimentación”
Puente afirma que existen tres vías que alimentan los dólares que operan en la economía venezolana, como las remesas. De acuerdo al economista debido a la diáspora venezolana un porcentaje de la población recibe dinero de ciudadanos que se encuentran en el exterior, cifra que según Puente está entre cinco y seis millones de venezolanos fuera del país.
También, señaló como otra fuente de dólares “la iniciativa de algunas empresas que generan bonos en dólares, tratando que el ingreso promedio anual de sus trabajadores sea razonablemente digno para así poder acceder a bienes y servicios”, explicó Puente.
“Lamentablemente una parte de estas divisas proviene del mercado negro, narcotráfico, contrabando de oro y otras operaciones, que se conoce como la «economía negra» la cual alimenta parte de estas transacciones”, resaltó el economista.
Alza en el tipo de cambio
En las últimas semanas el dólar paralelo ha incrementado de manera considerable su valor, por lo que el economista atribuye este fenómeno a distintos factores coyunturales y estructurales.
En el factor estructural, el economista explicó que “el tipo de cambio de equilibrio es un valor superior a los Bs 40 mil por dólar, y por razones estructurales de apreciación del tipo de cambio se está devaluando, tratando de perseguir su valor de equilibrio”, mientras que en el factor conyuntural está “el mal manejo macroeconómico, la muy inconsistente política económica, fiscal, monetaria y cambiaria”, dijo.
Asimismo, señaló como el Estado restringe la liquidez vía encaje legal, haciendo que el tipo de cambio baje, así como también manifestó como inyecta el dinero en la economía nacional “a través del pago a proveedores, de bienes y servicios, o el financiamiento inorgánico del Banco Central de Venezuela (BCV), para vencer el déficit, causando el alza”, dijo.
Puente indicó que ante la ausencia de un programa de estabilización económica internacional para ser aplicado en los próximos meses en el país, “el 2020 seguirá siendo un año en hiperinflación con un ciclo recesivo y un muy fuerte desabastecimiento”, concluyó.
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