DICK TORRES
Caracas.-Cinco millones de hectáreas y más de tres mil empresas expropiadas reclama el sector agroindustrial cuyos representantes consideran que su recuperación garantiza la seguridad alimentaria de Venezuela.
Luis Silva, miembro de la Comisión Nacional Agroalimentaria del Plan País, y Fernando Camino, expresidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), se pronunciaron por la desarticulación del intervencionismo estatal, al que responsabilizan del atraso económico del país.
“El sector agroindustrial debería estar produciendo un millón 17 mil toneladas mensuales de alimentos y a duras penas llega a 300 mil toneladas, lo que representa una caída superior al 90%” precisó Silva.
Explicó que los cereales y tubérculos se han convertido en las opciones de mayor consumo en la dieta del venezolano, pero advirtió que estos productos agrícolas son de menor suplemento proteico en comparación con la superioridad nutricional de la carne y el pollo.
“Una persona debe consumir 75 gramos de proteínas diariamente, pero el venezolano consume 20 gramos, lo cual representa un déficit severo del 80% de suplemento proteico”, dijo.
Silva se pronunció por superar “a toda costa” el desbalance nutricional del venezolano con inversiones necesarias para alcanzar la seguridad alimentaria de la población y “evitar el atraso físico y mental de las nuevas generaciones”.
—¿Cuál es su propuesta?
—Ante este diagnóstico, hay que cambiar, en primer lugar, el intervencionismo total del Estado por la iniciativa privada. El Estado produce, transforma, distribuye, comercializa y detalla alimentos y tras 20 años ha destruido la producción agroalimentaria en Venezuela.
—Recuperar la estructura agrícola, con más de 25 años de antigüedad por el deterioro de tractores, cosechadoras, rastreadoras desmalezadoras, e igual manera la vialidad, silos, mataderos, los sistemas de riegos entre otros requerimientos.
Finalmente, el cambio del marco jurídico con la derogación de la Ley de Tierras y en su lugar impulsar la Ley de Semillas, aprobada por la AN en diciembre 2018.
—¿Cuáles son las áreas prioritarias a desarrollar?
—Cuando señalamos que la población venezolana presenta un déficit calórico se tiene que producir otra vez lo que consumía la nación. Por ejemplo, maíz. En este rubro, el país debería disponer de un millón de hectáreas sembradas, pero apenas se cuenta con 100 hectáreas.
En ese orden, Silva mencionó el pollo, cuya producción es de corto plazo entre 4 a 5 semanas, y cerdo, que en seis meses puede alcanzar buenos niveles de abastecimiento.
“También recuperar la producción cárnica que en la década de los 90 se ubicaba en 14 millones de reses”.
Explicó que por cada habitante debe haber 1,5 cabezas de ganado. Si Venezuela tiene 30 millones de habitantes debería tener 45 millones de reses, “pero el país cuenta con 8 millones de reses”, afirmó.
Para Fernando Camino, expresidente de Fedeagro y asesor de la Comisión de Desarrollo Agroalimentario de la AN, las prioridades, además, están centradas en la producción de arroz, maíz blanco y amarillo, hortalizas, caña de azúcar, porcina y avícola.
Dentro de ese contexto destacó la importancia del sector pesquero en el desarrollo de la sardina, atún y pepitona en los estados Sucre y Falcón.
También destacó la pesca continental referida a los ríos en Bolívar, Delta Amacuro y Amazonas e igualmente los sistemas de acuicultura para el desarrollo de camarones y otras especies. Igualmente reclamó planes de seguridad.
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