crece como una planta la alegría,

caen muros, peñascos

se cierran los abismos.

De esta manera poética se inició la presentación de los vinos de la Viña Casa Donoso, procedentes del Valle del Maule, Chile. A esa zona, hace algún tiempo, llegaron los franceses, quienes dejaron su huella en la manera de hacer vino. Los locales se dieron cuenta que esto les permitiría competir internacionalmente y comenzó una nueva historia, donde el terroir, el trabajo y el clima se conjugaron en esa búsqueda de lo óptimo. Entre los nombres galos que estuvieron experimentando y creando vinos en esa región hay que citar a Michell Roland, uno de los personajes influyentes en el mundo del vino y quien en alguna oportunidad fue catalogado como la mejor nariz del mundo. De allí que extrañe que el enólogo actual de casa Donoso, Felipe Ortiz, señale: “Tenemos una fuerte herencia francesa marcada por los que fundaron esta viña, entremezclada a su vez con el ingenio y desarrollo tecnológico del Nuevo Mundo."

En esta oportunidad, su importador en Venezuela, ATWF Group, hizo el lanzamiento de estos vino en Licores Mundiales. Allí, Adriana Gibbs, conversó sobre los atributos de los cinco vinos que se degustaron: Evolución,un rosado; Evolución Sauvignon Blanc 2018 y tres tintos: Evolución Merlot 2018, Bicentenario Cabernet Sauvignon Gran Reserva 2017 y el Bicentenario Carménère Gran Reserva 2017.

La acompañaron Jesús Rodríguez y Alberto Italiano, fanáticos del vino y directores de la importadora.

Al catar cada uno de los productos se pudieron analizar sus características. En el caso del Rosé 2017 que tiene seis meses en barrica se pudo percibir a la vista que tiene un color rosado brillante, sus aromas recuerdan a las frutillas y lo enriquece  una nota de mineralidad. Su persistencia en boca revela cierto carácter, hay equilibrio, a lo que se suma su frescura. En cada botella está presente 70% de Cabernet, 25 % Carmenere y 5% Malbec.

El Sauvignon Blanc de la línea Evolución dejó un grato recuerdo por por su color amarillo pálido con reflejos verdosos, con interesantes notas a lima, toronja y manzana verde. En boca es fresco, de grata acidez y suave salinidad, con un final largo y persistente. Perfecto para combinar ceviches, carpachos y postres en base a limón. Una armonía de sabores que cautivará siendo un lujo para los sentidos en esta época estival.

Según el enólogo, el Valle del Maule vive un buen momento con sus blancos, pues la mineralidad de los suelos le dan ciertas características que los hacen atractivos.

Otro de los vinos que hizo su debut fue el Evolución Merlot 2018  con 85% Merlot y 15% Cabernet Sauvignon. Un vino cuyas uvas fueron cosechadas de manera manual. Sus taninos son sedosos, hay una presencia de frutos verdes. El 30% de este vino ha tenido una guarda de ocho meses en barricas.

El Bicentenario Cabernet Sauvignon es un blend donde la presencia del Cabernet Sauvignon es mayoritaria, 85%, 10% de Carmenere y 5% Cabernet Franc. Destaca su taninos marcados y el carácter frutal, El enólogo explica que “es un Cabernet que muestra el lado fresco y de buena jugosidad del Maule, sin perder su estructura e intensidad”. 

Por su parte, el Bicentenario Carménère Gran Reserva 2017 lo componen 85% Carménère, 8% Malbec y 7% Cabernet Sauvignon, interesante combinación para obtener un vino que traduce un trabajo dedicado que da como resultado elegancia  y agrado. El 60% del vino tuvo guarda en barricas de roble americano y francés durante un año. A la vista es rojo rubí, siendo los bordes violáceos. En nariz se siente matices de frambuesa y toques sutiles de especias. En boca los taninos son balanceados y se descubre un elegante tostado producto de su guarda, además de tener una buena persistencia. 

Imposible no mencionar los premios que este vino han recibido. Ha sido seleccionado como el mejor Carménère del Valle del Maule en Chile. En 2017 recibió doble Medalla de Oro en el Six Nations Wine Challenge, Australia y 90 Puntos en Berliner Wein Trophy en Alemania.