El hecho de que no haya polarización en las bases, sino que esté confinada a los liderazgos políticos, no quiere decir que un chavista vaya a votar por un opositor, o viceversa. Según algunas encuestas, el chavismo cuenta con un 30% de aceptación, pero el madurismo contaría solo con un 12%, y con un rechazo muy alto. Si hubiera elecciones, y ante el clamor de cambio de ese 88%, habría que analizar qué perfil debería tener un candidato capaz de aglutinarlos. Si este fuera un opositor reconocido, podría aspirar al 70%, y si fuera un chavista, no debería sobrepasar el 30%. El que pudiera aspirar al 88% debería ser respetado por ambas fracciones, y con una conciencia clara y reconocida de patriotismo y de privilegiar al país por encima del partidismo. Estoy seguro de que ese personaje existe, y que no es ninguno de los que aparecen asiduamente en los medios. Tal vez sería el gobernante de consenso para administrar la transición, al final de la cual pueda pensarse en elecciones competitivas y confiables; cosa que hoy es impensable. Y para esas elecciones (alrededor de 2021 o 22) muy posiblemente el chavismo se presente dividido en al menos dos bloques, y la oposición en no menos de tres. Cabe mencionar que el temor que tiene un chavista hoy, pensando en un gobierno de oposición, es a la persecución ideológica que pudiera llegar al plano físico. Esa es una de las razones por las que un chavista (civil o militar) nunca votaría por un opositor. Allí hay un tema de futuro para trabajar… 

 Noticias Destacadas 

■ Mas o menos a tiempo, comenzó la temporada de lluvias 

■ Rusia reconoce que prepara al ejército de Maduro “frente a las amenazas” de EEUU 

■ India anuncia que ha detenido por completo la compra de crudo a Pdvsa 

■ Padrino López: “Estamos librando una II Guerra por nuestra independencia” 

■ Madre de niño fallecido en el J. M. de los Ríos, al gobierno: “No es culpa del bloqueo, sino de su negligencia” 

■ Sale Theresa May (también saldrá el Brexit?) 

 Lo que no es noticia _(y debería serlo) 

■ Que aun no está claro el propósito práctico de la nueva empresa estatal de telecomunicaciones. Más bien parece un mensaje político dirigido a China-EEUU, y al sector privado de que, el estado, en vez de desinvertir…invierte 

■ Ni que, con el tema de gastar en subametralladoras y uniformes militares, volvemos al dilema originario de Paul Samuelson de “mantequilla versus cañones”…ojalá el gobierno actúe con sensatez y privilegie la mantequilla 

■ O que, cuando se partidizan, las instituciones históricas y los próceres, van perdiendo entidad, y va a demorar mucho tiempo para que vuelvan a representar el sentimiento de unidad de todos los venezolanos 

■ Tampoco que hay que evitar que el foco empresarial, sea en lo negativo: Concentrarse en las fortalezas y oportunidades. Sin perder de vista corregir debilidades y cuidarse de las amenazas 

 @btripier 

 btripier@ntn-consultores.com 

 www.ntn-consultores.com