Caracas.- Hay que ser realistas en los planteamientos para que tengan alguna perspectiva de aceptación. Y para eso deben plantearse escenarios con una probabilidad media o alta de ocurrencia; y los deseos o los “deber ser”, no son premisas suficientes como para aceptarlos como válidos. Si solamente nos basáramos en los que llamamos escenarios inerciales, o sea los que dicen que las cosas seguirán su curso habitual, hasta que uno o varios sucesos excepcionales, les cambien la dirección, o los detengan “en seco”, tenemos que aceptar que aún tomará un tiempo importante que la inercia se corte. Hemos visto como, aún frente a eventos excepcionales y amenazas y sanciones, hasta desmedidas, el chavismo mantiene su poder interno; tal vez más debilitado y cuestionado, pero sin duda firme, y recuperando rápidamente la iniciativa, cada vez que la pierde, que este año ha sido con bastante frecuencia. Estos comentarios tienen el propósito de tomar consciencia de que, mientras tanto, debemos ir creando una red de seguridad para que cuando “aterricemos” en una solución, ya hayamos avanzado en al menos el diseño compartido de aquellos temas críticos, que todos sabemos que deben ser solucionados. Por ejemplo, el tema eléctrico es algo que, los unos y los otros, saben que hay que solucionar, y que la solución no es política, sino técnica. Tanto en la parte de la salida de la crisis eléctrica, como en el diseño del sistema del futuro (que no son lo mismo, ni están relacionados). Insisto en la propuesta que hice hace tiempo sobre la creación de un grupo mixto, formado por profesionales experimentados, con perfil político neutro (una especie de Conapri eléctrico) desde donde se aborde el planteamiento del futuro, y porque no, de alguna forma de abordar la crisis presente.