Caracas.- El presidente de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional (AN), Freddy Superlano, anunció que llamará a comparecer ante el parlamento a la directiva del Banco Central de Venezuela (BCV) “ante un nuevo posible saqueo” de las reservas internacionales en oro.
Explicó que esa instancia legislativa ha recibido informaciones según las cuales después del primer apagón del 7 de marzo, el BCV cerró sus puertas argumentando que por falta de agua y electricidad no podían mantener sus operaciones al público.
Indicó que han transcurrido 23 días pese a que el Gobierno anunció la recuperación del sistema eléctrico.
Alertó que el Ejecutivo Nacional estaría aprovechando el cierre del BCV para extraer el oro que queda en las reservas internacionales y transferirlo al exterior.
“Lo que no se sabe es ¿a qué precio lo están vendiendo ni a quién?, expresó Superlano este miércoles en declaraciones a los medios desde la Asamblea Nacional.
De acuerdo con un reporte de la agencia Reuters, otras ocho toneladas de oro fueron retiradas del BCV para presuntamente ser vendidas en el exterior, dijeron un diputado opositor y una fuente del Gobierno quienes están al tanto de los movimientos, después de que una cantidad similar del metal fuera extraída en febrero de las bóvedas del organismo emisor.
Los lingotes fueron sacados en momentos en que el banco trabaja con un personal mínimo, la mayoría directivos, ante los problemas de suministro de agua y electricidad en sus oficinas.
“Cuando el BCV está en contingencia se hace otro movimiento con el oro”, denunció el diputado Ángel Alvarado, miembro de la Comisión de Finanzas de la AN, quien expresó su sospecha de que el oro se vendería en el exterior.
Según el parlamentario y la fuente del gobierno, con este último movimiento se habrían retirado unas 24 toneladas de oro desde enero.
El BCV todavía tendría unas 100 toneladas en sus bóvedas, apuntó la fuente.
Las ventas de lingotes son una de las pocas maneras que tiene el presidente Nicolás Maduro para obtener efectivo ante la merma de los ingresos petroleros y las sanciones impuestas por Estados Unidos, que restringió el financiamiento internacional al gobierno venezolano.
“Alertamos a las empresas, bancos y otras entidades, ya sea en Estados Unidos o en otros países, a que no participen en el remate de recursos venezolanos” por parte del presidente Maduro, dijo un portavoz del Departamento de Estado estadounidense que pidió omitir su nombre, según un reporte de Reuters.
En sus intentos por presionar a la administración de Maduro para que deje el poder, Washington ya había llamado en enero a los compradores internacionales de oro a dejar de hacer negocios con el gobierno venezolano.
Después del pedido del gobierno estadounidense, el BCV tuvo que suspender la venta de unas 15 toneladas. Pero en febrero y marzo, las autoridades del banco siguieron autorizando la movilización de los lingotes, dijo la fuente oficial, quien agregó que se han sacado las barras en pequeñas cantidades.
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