A una mesa de negociación nunca se llega para evitar el colapso, sino después del colapso, para administrarlo. En nuestro caso, cada una de las partes cree que puede imponerse sobre la otra, pese a que la experiencia les ha demostrado que no es así:
• El pasado le sirve al chavismo como fuerza inercial y no está planteando ninguna variación en su estrategia. Está apostando al desgaste de la oposición, pues conoce de las divisiones y enconos internos en su dirigencia.
• La oposición, por su parte, está en una práctica novedosa que consiste en haber lanzado al ruedo a un dirigente joven y sin rechazo, en haber logrado que la dirigencia tradicional entendiera que este no es su momento (y guardara un decoroso silencio), que la gran masa opositora se unificara detrás del dirigente, y que contara con el respaldo firme, sólido y sin ambigüedades, del presidente Trump. Estrategia inercial vs práctica novedosa, soberbia vs soberbia. La teoría de que ambos llegarán a una mesa de negociación con participación de la ONU, parte de la premisa de que antes debe haber habido una situación cataclísmica, que es lo que tenemos por delante, en un futuro no tan lejano.
El chavismo no cree que ni siquiera deba pensar en entregar el poder, mientras la oposición, tiene como primer e innegociable paso, la salida del chavismo del poder. Por eso es tan difícil avisorar esa mesa de negociaciones. Eso quiere decir que allá en el tiempo deberán ocurrir eventos catastróficos de tal magnitud, que los primeros puedan estar dispuestos a entregar el poder, y los segundos a renunciar al “Cese…” Qué cosa tan fuerte debe ocurrir que supere con creces a lo que hemos conocido hasta ahora, de apagones, aumento de la delincuencia, gente muriendo en los hospitales y comiendo en la basura. ¿Será que llegaremos a enfrentamientos entre hermanos, a una guerra civil, para recién entonces negociar?
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Lo que no es noticia (y debería serlo)
• Que la detención de Marrero será una medida de la reacción internacional y el respaldo local y de esa medición podrá salir el futuro tratamiento a Guaidó.
• Ni que la comisión de DDHH de la ONU sorprendió con su informe, pues despertaba desconfianza por ser Bachelet alguien cercana al chavismo.
• O que las amenazas podrían comenzar a cumplirse, y una acción militar debería considerarse como una opción cada vez más posible. Tal vez no esta semana o el próximo mes, pero son muy insistentes.
• Tampoco que las empresas deben buscar opciones de financiamiento extra bancarias creativas, vía mercado de capitales, o tesorerías corporativas. Las excedentarias se convierten en proveedoras
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