Una vez más el Gobierno concentra sus esfuerzos en el campo político y comunicacional dejando de lado todo lo demás que viene a ser la parte real de la vida y de la economía. Va ganando cortos plazos en detrimento de la infraestructura y de la gente (deterioro casi irreversible), haciendo que el largo plazo esté cada vez más cerca y sea más peligroso de manejar. Con ese método ya llevan 20 años en el poder y podría decirse que les funciona. Pero el costo de “correr esa arruga” es cada vez más alto en términos reales: menos apoyo popular y más rechazo que antes, más dependencia del exterior y menos países con los que contar (Turquía, Rusia y China, con nivel de compromiso bajo), menos producción petrolera, menos clientes y medios de pago para cobrar. Más deterioro de la infraestructura y menos posibilidades de repararla y lo más grave, cada vez menos apoyo popular y confianza en el Gobierno. El caso de los mil millones anunciados para Pdvsa con impacto casi inmediato en el aumento del millón de bdp es un ejemplo más de que se maneja una expectativa que podrá subir el ánimo a corto plazo, pero que luego no se cumplirá (porque las condiciones no están dadas para que se cumpla – es que no quieren darse cuenta?). Presidente: siga el ejemplo chino de desvincular la política de la economía. Ya las soluciones solo políticas no son suficientes…ahora hace falta también mostrar resultados concretos, pues nos estamos disolviendo…y allí está la empresa privada para hacerlo.