Caracas.- Esta época del año es propicia para los empresarios y gerentes, para revisar su negocio de cara a un 2019 que será muy complejo y requerirá de todo el talento gerencial que pueda tenerse a la mano. Será un año con una economía decreciente, pero tal vez en términos de los agentes que quedan activos en el mercado signifique un crecimiento para cada uno de ellos. Creo que es el momento de aumentar el optimismo y ver más las condiciones reales de cada empresa en particular, así el conjunto de la economía no esté tan bien. En el futuro, la reconstrucción solo será posible si aún quedan empresas activas, y en lo posible exitosas, en sus respectivas áreas de influencia. Que la empresa que ha decidido permanecer lo haga con todo el entusiasmo y la creatividad que hagan que cuando entren los competidores nuevos (nacionales y extranjeros) en una economía en expansión, puedan sostener el liderazgo que fueron construyendo en recesión. Hoy el gobierno de Venezuela tiene mucho poder, pero al mismo tiempo está vulnerable por la situación interna y por las presiones internacionales. La pulseada es entonces “Poder vs. vulnerabilidad”, que consiste en:
Fuentes de poder
Control de la institucionalidad y de la para-institucionalidad.
Control social y político.
Poder militar.
Manejo del flujo de caja.
Fuentes de vulnerabilidad
Internas: daño de la infraestructura, presión social, inconformidad en las bases y líneas medias chavistas, los mandos medios militares y la oficialidad joven, caída de la producción petrolera y la consiguiente contracción económica con hiperinflación.
Externas: fronteras con Colombia, Guyana y Brasil, sanciones de EEUU, situación del resto de LA, la UE. Y China, Rusia, Turquía y Cuba como contrapeso muy limitado.
La situación del país podría compararse con la de un submarino que está preparado para recibir una determinada presión externa, siempre y cuando internamente tenga lo necesario para resistirla. No puede tener “tornillos flojos” ni fisuras, pues podría implosionar. Se trata de mantener el equilibrio entre la presión interna y la externa.
Si la presión externa aumenta y las fisuras internas no se corrigen, las “lecturas” de riesgo, deberían llevarlo a “que el submarino salga a la superficie”, lo cual en este ejemplo adaptado, significaría una apertura y flexibilización hacia un futuro mejor.
El camino al futuro, tendrá tres etapas:
1. La inercial, que está terminando, y las predicciones serán más difíciles de hacer.
2. La de la disrupción que viviremos en 2019 con cambios en la estructura país.
3. La de la transición, a partir de 2020, donde las condiciones se darán para un acercamiento entre todas las partes en disputa, las de adentro y las de afuera del país.
Esas tres etapas, más allá de las restricciones del tiempo, necesariamente habrán de ser recorridas. Ya sea que se cumplan total o parcialmente y aunque la velocidad con que se vayan presentando cambie según las intensidades de la presión externa, versus la contra presión interna.
Si para el futuro uno tuviera que pensar en un liderazgo alternativo e incluyente, aún queda en Venezuela una reserva moral y de honestidad, de carrera política entregada a la democracia, demostrada en múltiples ocasiones con renunciamientos personales y, siempre en todos los casos, habiendo sido parte de la solución y no de los problemas.
Y tal vez sea el dirigente político con perfil de estadista, con menos rechazo del país…quien además contaría con el apoyo del chavismo tradicional… esto porque Chávez así se lo reconoció. Sip. Todavía nos queda una reserva de a quién “echar mano” si las circunstancias lo requirieran.
Político
Las elecciones municipales de concejales se parecen muy poco a otras. Es como la junta de un condominio. Tienen mucha abstención y la gente no vota por partidos, sino por personas. A nivel de la parroquia, cada quien sabe si el candidato es bueno o no. Y la gente debería votar este domingo por aquella persona que trabaja y que tiene compromiso con la gente.
Al igual que en las elecciones de junta de condominio, la gente no vota porque no siente interés. Este domingo la abstención será alta, pero no por la misma razón que en las otras anteriores.
Social
La lectura socioemocional que nos decía que la frustración llevaba a la tristeza y que ésta a la depresión y a la parálisis, está presentando en las últimas semanas señales de molestias que pudieran convertirse en violencia. Esto último estuvo ausente desde hace más de un año, haciendo que la “candelita que se prende, candelita que se apaga” anunciada por NMM hace más de un año, pudiera convertirse en una fuente de confrontación que no estaba en el “mapa”.
La desesperanza puede derivar en diferentes caminos, siendo el más peligroso el que resulta de “no tener nada que perder”. Si a eso se le agrega que los manifestantes, ya les perdieron el respeto y el miedo a las fuerzas de seguridad, entonces debemos prepararnos para pasar por momentos de anarquía.
Económico
Ya es difícil que entrado diciembre se produzcan los anuncios económicos sobre las correcciones a las que aludió el presidente. El sentido político parece orientar la situación a que se hagan en el marco de la toma de posesión del 10E, de forma tal de diluir el impacto interno del evento. Lo que sí será difícil diluir será el impacto externo, el cual no por preanunciado, será menos dañino a los intereses del gobierno y a la operatividad internacional del país como un todo.
Al no haber divisas baratas disponibles y al haberse levantado la ley de ilícitos cambiarios y al poder contar con una gaceta que propicia la libertad cambiaria, habría que plantearse algunos escenarios “de hecho” que operativicen esos tres instrumentos a favor de un mayor flujo de bienes y servicios al mercado. No es un tema exento de riesgos, pero según entiendo, hay una cierta voluntad en la gerencia media del gobierno, a alentar el flujo de exportaciones/importaciones. Y habría que aprovecharlos.
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