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Análisis de Entorno

Los empresarios están demostrando que buscan que las cosas se solucionen en el país

  • Diario El Universal

11/11/2018 05:30 am

Caracas.- Benjamín Tripier. Tal vez ya es el momento de concertar con los empresarios.  El símil que hacíamos hace unos meses sobre el malabarista, al que si se le empiezan a caer pelotas, se le pueden llegar a caer todas, es lo que mejor representa la situación del gobierno. Que tiene mucho poder, pero va perdiendo fuerza y aumentando en vulnerabilidad. Son muchos los frentes que tiene abiertos, y si bien el chavismo ha demostrado que se desenvuelve mejor en conflicto que en normalidad, creo que esto se les está saliendo de las manos. Las sanciones y las presiones externas, la complejidad para manejar las relaciones exteriores comerciales, económicas, políticas y sociales, la hiperinflación con recesión, mas la escasez y los temas de salud; todo complicado con el deterioro de la infraestructura, hace pensar que, lejos de mejorar, empeorará, y lejos de fortalecerse, se debilitará. Pareciera que las cosas están empezando a cambiar, así los actores del cambio, aun no lo hayan notado. 

 Tal vez sea el momento de concertar. No políticamente, pues no tendría con quien; pero si con los empresarios, que cada vez más, van demostrando que buscan que las cosas se solucionen, sin ambiciones personales de poder. El chavismo debería cambiar la óptica con respecto a este actor que tiene 90% de aceptación. El tema de la nueva constitución, y un llamado a referéndum o consulta express, entra en las opciones de escenarios. Aunque no hay mucha información disponible, la sola posibilidad de incluir el nuevo Plan de la Patria, y las leyes del poder popular, ya le dan un carácter conflictivo, que no contribuirá a calmar la sensación de molestia que se va apoderando de la población. 

La anarquía ocurre cuando las instituciones ya no representan los ritmos y comportamientos de la sociedad como un todo. Desde el punto de vista de las sanciones, es de esperar una nueva batería de acciones preparatorias del punto de quiebre visible, que sería el 10 de enero de 2019, con la toma de posesión del presidente Maduro. Aunque personalmente creo que el día siguiente, el 11, las cosas no cambiarán mucho, con respecto al 9. Veremos qué pasa, pues son situaciones inéditas y hay muchos actores involucrados. 

 Político

 Sigue siendo necesario que el liderazgo político, oficial y opositor, revise sus relaciones con las bases. Están distanciados…hay una brecha. Lo que la gente necesita, no está siendo, ni escuchado, ni interpretado, ni atendido. A veces pareciera que estamos en mundos diferentes. Todo el discurso se desenvuelve en juegos políticos y de poder, mientras la gente tiene necesidades básicas, de alimentación, medicina y seguridad, por solo nombrar algunas relativamente críticas. Las reuniones de los partidos de oposición, insistiendo en figuras de unidad, demuestran una vez más, que tienen una lectura distorsionada de la realidad. La sociedad cambió, pero la dirigencia sigue insistiendo con las mismas fórmulas. Mi recomendación, insistente por cierto, es que deben reencontrarse individualmente con sus bases, y reconstruir los liderazgos y las conexiones perdidas, para estar listos cuando el momento llegue. Que no es ahora, ni está cerca. 

 Social 

 La recesión está logrando el cierre progresivo de fuentes de trabajo y convirtiendo a nuestra sociedad en una “fabrica de pobres”, los cuales, por sus características intrínsecas, tienden a ser muy dependientes de los poderes de turno. Pero hay que estar claros, que dependencia (y la sumisión asociada), no significa lealtad. Los apoyos basados en el hambre, son volátiles y no habría que darlos por seguro. 

 Económico 

 La posibilidad de algún tipo de burbuja de liberalidad, con un perfil parecido al chino, no está descartada, y podría sorprendernos en cualquier momento. Poco probable, pero posible. Y, por supuesto, solo como movimiento táctico, porque la estrategia revolucionaria sigue intacta: mas y mayor presencia y poder asistencialista del estado; y menos mercado y actividad privada. En nuestra situación, sin dinero, sin pueblo y con el imperio atacando…ya no será posible que la revolución prospere como estaba concebida. 

A la larga o a la corta, habrá que negociar y no seremos totalmente capitalistas, pero tampoco totalmente socialistas. Espero que lleguemos a algo razonable, y que no haya violencia para lograrlo. Debemos esperar para las siguientes dos o tres semanas los anuncios de aumentos fuertes de los salarios, y el salto (tipo escalón) del dólar Dicom, para acercarse al paralelo. Es posible que estos aumentos estén vinculados al petro, pues está destinado a ser el sustituto natural del bolívar. 

También hay que esperar una radicalización de los controles con amenazas de cárcel, cierre y expropiación de negocios. En recesión, son más los sectores que pierden, que los que ganan; lo cual también significa que hay empresas que ganan, y que sigue habiendo espacios y oportunidades de negocio. El buen gerente deberá dedicar una parte importante de su tiempo a buscar y evaluar esas oportunidades. Cuando alguien abandona un espacio, habrá otro que podría considerar ocuparlo. 

 Las empresas, ya muy acostumbradas a este ambiente, deben cerrar filas y buscar consolidar las cadenas de suministros, que parece la mayor vulnerabilidad operativa. Porque las otras amenazas, son las usuales y, más o menos, se han acostumbrado a gerenciarlas. Tenemos por delante un escenario complejo que durará no menos de dos años, posiblemente hasta el 2do semestre de 2020, durante los cuales deberemos apelar a toda la resiliencia empresarial que se ha ido construyendo; acatar las normas revolucionarias, y no cometer el error de entrar en el campo de la política. 

 Es muy importante para el empresario y gerente, reconocer el triple rol de empresario, ciudadano y consumidor; y al primero DESCONECTARLO de los otros dos. Queremos conservar el patrimonio de los accionistas y las fuentes de trabajo. Queremos conservar el país lo más entero posible, para cuando llegue la oportunidad de la reconstrucción. Nuestra sociedad está triste y sin energías. Parece un campo propicio para una continuidad sin límites del estatus quo. Sin embargo, ese letargo, es una especie de reconstituyente, de ahorrar y juntar fuerzas, para cuando se agote la paciencia. La sociedad está cansada. 

 @btripier btripier@ntn-consultores.com www.ntn-consultores.com 
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