Benjamín Tripier
Esta semana el tema crítico fue el eléctrico, no solo porque los apagones nacionales nos están mostrando la gravedad del problema, sino porque, sin electricidad no hay "Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica". Si 9 de las 20 turbinas del Guri están dañadas (actualmente "puede generar entre 3500 y 5010 Mw de los 10.300 instalados"), se puede decir que la mitad de nuestro complejo eléctrico básico está perdido por un tiempo largo. Y pronto perderemos más hasta que, finalmente, se apague la última turbina.
Supongo que la situación actual de Caruachi y las dos Macaguas, debe estar en condiciones similares de riesgo de indisponibilidad. Sin mencionar a Tocoma.
El plan estratégico económico del Gobierno está apalancado sobre una infraestructura eléctrica declinante que llegará hasta donde la electricidad se lo permita.
El PBI de un país es la electricidad con la que cuenta, y no tenemos electricidad para mantener "prendido" nuestro deprimido PIB; menos vamos a tener para reactivar o admitir una nueva empresa. Para "enchufar" una nueva empresa, habrá que "desenchufar" otra… para las dos no alcanza.
Esta semana escuché a un dirigente chavista decirle a sus compañeros de partido que no se preocuparan, que sus tratos con los empresarios no eran "una desviación ideológica", sino una "relación táctica". Lo que me lleva a confirmar, que se trata de relaciones circunstanciales, en un ambiente de desconfianza mutua con los empresarios.
La radicalización de la revolución terminará por afectar profundamente, lo poco que queda del sector empresario (solo quedan 3.200 empresas, de las 12.700 que había en 1999).
Resulta difícil entender esa actitud del Gobierno con el sector privado, cuando todo, absolutamente todo, lo que cualquier persona tiene puesto encima, que todo lo que usa, en todo lo que se transporta, todo lo que consume, los dispositivos por los que habla y da entrevistas, y hasta con lo que se cura, está hecho con esfuerzo privado… de aquí de Venezuela, y de cualquier otra parte del mundo. Pero privado. Los gobiernos no producen "cosas", y cuando se ponen a hacer de empresarios, lo hacen mal…pues no están diseñados para eso.
Y aquí entra lo del congreso del PSUV, donde todos estuvieron de acuerdo en la reactivación de las empresas básicas, las cuales por definición y diseño son electro intensivas. En el caso del aluminio, se llega a decir que es "electricidad solidificada". Cómo es posible generar esa expectativa, cuando se sabe que no podrá ser cumplida.
Se está produciendo un cambio en la percepción que la gente tiene de la crisis. Cada vez más, en las colas, la conversación pasa por admitir que si se sigue "regalando" la energía, nos quedaremos sin luz; lo hacen extensivo a la gasolina, y en general a todos los servicios que provee el Estado. Llegan a esa conclusión por sí mismos, por un proceso deductivo, basado en la experiencia. Están preparados para lo que intuyen, que es, que todo estará peor.
Por otra parte, el mercado petrolero está haciendo intentos de cambiar el patrón dólar, y llevarlo a las monedas que les den mayor facilidad a vendedores y compradores.
Para vendedores el euro es una opción y para compradores el yuan (remimbi). El euro es la segunda moneda de mayor uso en el mundo, detrás del dólar.
China, pese a que es la segunda economía del mundo, y que representa el 10% del comercio mundial, no logra imponer su moneda que solo significa el 1% de los flujos mundiales de dinero, y que en general se mantiene como reserva, como cortesía de algunos países.
La usabilidad de una moneda para un país está relacionada con: Su flujo comercial, lo que vende, y en qué moneda lo cobra, y lo que compra, y en que moneda lo paga; su manejo financiero que pueda o deba hacerse con una moneda, tales como bonos o mercado financiero; y finalmente, está la política monetaria, para darle competitividad extra al comercio exterior: se devalúa para impulsar exportaciones, se atrasa para abaratar y privilegiar importaciones.
Cuando se adopta la moneda de un país o de una zona, el país que la adopta,acepta las consecuencias de la política monetaria detrás de esa moneda. Porque no podrá hacer nada para evitarlo. Con el dólar ya se conoce su estabilidad. Con el euro, para nosotros es una apuesta que habrá que ver como evoluciona.
La revolución debería revisar su aproximación a la economía, pues no está siendo exitosa. Cada una de las propuestas que se le han venido haciendo al Gobierno, para mejorar la situación, son posibles aun dentro del marco revolucionario. Todo lo que hay que hacer es cambiar el lente político y orientarse al pragmatismo estratégico; en vez del táctico que solo causa desconfianza, y a veces, es hasta una falta de respeto.
El modelo Chino es pragmatismo estratégico impulsando un sólido y competitivo sector privado: "no importa si el gato es blanco o es negro; si casa ratones, entonces, es un buen gato".
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