Espacio publicitario

Sistema Eléctrico, ¿elefante o vampiro mutante?

¿Quién puede negar la metamorfosis de elefantes como las empresas prestadoras de servicio eléctrico?, sin importar el nombre o la época: fenotípicamente blanco, verde, gris o rojo; su único tiempo de mediana eficiencia queda perdido en un recuerdo remoto

  • PEDRO ARCILA

04/03/2023 05:00 am

El carácter dicharachero, despreocupado y conformista de los pueblos es un insumo esencial para las tiranías. Convertir en chascarrillos y memes los actos irresponsables de los gobiernos, es ocupar un espacio emocional donde recién se anclaba el enojo (para algunos es terapia de la rabia), y una vez pasado el momento, los hechos de abusos, ejercicios incompetentes de funciones y hasta el descaro por parte de funcionarios pasa a formar parte de un archivo hemerográfico que alimentará al “humor criollo” y servirá como materia prima para que algunos aspirantes (o consumados) cómicos, aumenten su repertorio en escenas por las cuales un público “pagará” por escucharlo y reír a carcajadas; sin tomar en cuenta que es un viaje al pasado para disfrutar de sus propias desgracias; aunque también resulte terapéutico.

En Venezuela los servicios públicos bajo control del “estado propietario” son un monumento a la incompetencia, ineficiencia, desidia y fuente para las grandes fortunas de ex funcionarios que hoy viven como magnates; quienes desde las cumbres del “imperialismo occidental” que les sirvió de inspiración discursiva, hacen críticas a sus antiguos socios y contubernios para abrir las puertas a un celestinaje de llamados opositores, o viudas de la cuarta o simplemente emprendedores de las nuevas formas de comunicación satelital. Las extravagantes fortunas exhibidas por quienes fueron capataces de algunas “haciendas” estatizadas para convertirlas en “propiedad del pueblo”, borra toda sonrisa que pudiera quedar de aquellas fábulas narradas por los medios de comunicación nacional, cuando aún en medio de las desgracias se aplaudía la inventiva de algún psiquiatra convertido en palangristas oficial del sistema. ¿Quién puede negar la metamorfosis de elefantes como las empresas prestadoras de servicio eléctrico?, sin importar el nombre o la época: fenotípicamente blanco, verde, gris o rojo; su único tiempo de mediana eficiencia queda perdido en un recuerdo remoto, matizado por el desencanto.

Las leyendas de Canaima no galleguianas, más bien propias Julio Verne donde rabipelados mutantes, iguanosaurios y hasta unicornios de colores se “recargaban de energía” devorando grandes tendidos eléctricos, dejó de ser una novela para convertirse en miniserie repetida “cumpliendo con lo establecido en el artículo 10 de la Ley de radio y televisión”; posteriormente, algún humorista le dio su propio toque y lo convirtió en parte de su repertorio; un admirable sentido de la oportunidad que no solo le plena de popularidad y beneficios de taquilla, sino además pudiera convertirse en un trampolín y tal como el personaje Juan Peña en el diente roto de Pedro Emilio Coll, tenderle una alfombra hacia el poder; su trabajo está hecho, tender la cama e inducir al sueño que hace olvidar la desdicha, darle un color de gracia y reírse de las miserias propias y ajenas.

Sin embargo, el elefante de mil colores que personaliza a la empresa administradora de los bienes públicos para dispensar electricidad, oculta tras la imagen de supuestos superhéroes renovadores, mutó de nuevo y se transformó (al menos en el Estado Nueva Esparta); adquirió una personalidad vampiresca. El hecho del cual resulta esta apreciación, deviene de la conducta asumida por funcionarios(as) de alta gama en la administración regional de esta empresa del estado. Desde hace varios años, la tarifa del servicio eléctrico resulta minúsculo en la factura mensual donde además se suma el cobro por servicio de aseo urbano domiciliario; pero la prestación de recolección de desechos sólidos dejó de ser eficiente desde el momento en que un gobernador que aspiraba a la reelección fue derrotado, y transfirió la empresa recolectora al ejecutivo nacional.

Desde hace un año alcaldías como la del Municipio Marcano, asumió la labor de recolección (labor que ha venido mejorando) con el consecuente cobro por el servicio prestado; aún así, la empresa de “prestación de servicios eléctricos” continúa facturando el servicio de aseo urbano, ahora bajo la figura de “relleno sanitario”; es decir, el usuario debe pagar a la alcaldía la recolección y a una empresa no identificada “el recibimiento”. El asunto resultaría de una simple interpretación jurídica, más no es tan sencillo: la empresa inició un programa de corte de servicio en comercios, laboratorios e incluso consultorios médicos; donde aún demostrando la inexistencia de deudas, una funcionaria desde la oficina principal dirige el operativo. Los trabajadores cumplen, no sin antes poner el teléfono en alta voz para que el usuario pueda hablar con la funcionaria, y escuchar su propia indicación “proceda con corte”. Pasaría por un simple mal rato, pero implica pacientes dejados a oscuras en las salas de espera; la pérdida de productos que requieren cadena de conservación en frío como vacunas, reactivos clínicos y biológicos etc., además inmediatamente viene la indicación de reconectar “con la cancelación de una multa por dos (2) petros al cambio del día”.

Si está probada la inexistencia de deudas con el servicio que se está prestando (pagos el día 9 y orden de corte el 19, hecho efectivo el 25); y el error está en el sistema de la empresa, ¿por qué es obligatorio el pago de una re-conexión por un monto superior a los ciento cuarenta dólares?, huele a extorsión. En un país donde hace tiempo desaparecieron las instituciones de protección al consumidor (o al menos están invisibilizadas), ¿a quien corresponde la actuación?, ¿acaso a instituciones como la Fiscalía del Ministerio Público? No sabemos si esta práctica es solo en un estado, o es una política del gobierno nacional; pero está claro es la intención de afectar económicamente y la prestación de servicios de la población. No es motivo para hacer memes, de los que luego formen parte jocoso de un hecho delincuencial. Los presuntos hechos punibles ejecutados por funcionarios públicos requieren de la atención de la administración de las causas y monopolio de la acusación: en este caso el Ministerio Público.

Pedroarcila13@gmail.com
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario