Venezuela necesita la generación orgánica de divisas, por exportación, inversión extranjera, petróleo bienes producidos por la industria, para consolidar un crecimiento sano de su economía.
Tal es la opinión del presidente de Mi Banco, Ricardo Montilla, durante una entrevista para EL UNIVERSAL.
Al explicar la situación, Montilla precisa que se alcanzaron los objetivos planteados por el equipo económico del gobierno y el Banco Central de Venezuela, con el apoyo de la banca nacional, que consistía en controlar la inflación, el tipo de cambio y el desabastecimiento. En esa primera etapa se atacaron los problemas urgentes y ahora debe irse a lo importante que se había postergado.
Explicó Montilla las premisas en las que se basaron fueron el control postmorten del crédito, bajo el argumento de que multiplicaba la liquidez y financiaba la devaluación. “Siempre hago la salvedad de que ese punto tenía sus verdades y sus mentiras. No el 100% de la cartera crediticia estaba destinada a un negocio especulativo por algún tipo de sector, pero no era mentira que algunas personas utilizaban el crédito para el negocio de divisas” precisó.
--Nos pidieron controlar esa situación, pero recuerden que el objeto del banco es captar y prestar, o sea, la intermediación. Eso era dificultar la viabilidad económica de las instituciones financieras. Otro punto era que el control de cambio se había despenalizado y que abriéramos operaciones en las mesas de cambio de los bancos. Ellos no tenían forma de intervenir directamente en el mercado cambiario porque estaban sancionados y no querían afectar a los corresponsales de nosotros, porque estaban buscando que esas fueran las vías de entrada y salida de capitales a la economía de manera libre y legal.
Por supuesto, la banca tuvo que pagar un alto precio porque vio mermar sus operaciones crediticias. Los tomadores de créditos para financiar operaciones de compra venta de divisas desaparecieron. El BCV comenzó a inyectar divisas a través de la banca con un mecanismo eficaz.
La intervención cambiaria se hacía los días lunes, y los bancos tenían que vender de lunes a viernes, reportando diariamente. Lo que no vendías el viernes era recomprado por el BCV a un precio por debajo de lo que habían vendido con una penalización que era el overnigth del promedio de la semana. Eso es lo que técnicamente inyecta las divisas al mercado.
Déficit monetario
Explica Ricardo Montilla que por el instructivo la banca estaba obligada a vender a personas jurídicas diferentes a organismos regulados públicos o bancos y casas de bolsas. Estaba destinado justamente al público. Eso empieza a jugar con una variable que poca gente nombra que es el déficit monetario. La banca, el sistema financiero entra en un déficit monetario.
Es decir, que las necesidades diarias de la banca para poder cumplir con sus mínimos niveles de operación con sus clientes están en déficit, el cual llegó a 50% en un momento dado. Es realmente el medidor para sacar el dinero que estaban haciendo para poder cumplir con los proveedores y se tuvieron que pagar en bolívares.
La banca está en déficit monetario desde enero de 2019 y tenemos aproximadamente cinco semanas con un excedente de las necesidades monetarias de la banca y el dólar, para la cantidad de bolívares que hay en la calle, ha estado estable.
Mejores expectativas
Oigo a la gente decir: este año va a ser bueno, pero es que el año pasado fue buenísimo, porque llegamos a sacar la nariz del agua. Este equipo económico aplicó una filosofía sencilla que es de ir de lo urgente a lo importante. Lo urgente en ese momento era la devaluación, la inflación y el desabastecimiento y después nos ocupamos de lo importante.
Estoy seguro que ellos cuando implementaron esta inyección de divisas y apertura de importaciones sacrificando aranceles y el IVA porque sabían lo iba a ocurrir a nivel de anaqueles, y dejaron a un lado el tema fiscal y se abocaron a abastecer, que es donde aparece la economía llamada de bodegones.
“Creo que simplista la forma en que se opinó sobre eso que estaba ocurriendo y que es innegable que esa economía de bodegones ha ido permeando hacia otros sectores hacia abajo. Primero en lo comercial pero en el industrial ya se está sintiendo. La sinceración de precios, debido a que hay oferta y demanda de materia prima abierta nos ha permitido sacar las empresas adelante.”
Desde hace cuatro o cinco semanas estamos con suficiencia monetaria, el tipo de cambio ha estado estable, la cartera de créditos creció más o menos el 20% el mes antes pasado. Hay un resurgimiento. Pero hasta que no haya dólares orgánicos no habrá un cambio mayor., concluye Montilla.