El primero es votar, con fe en el valor de nuestro voto y consciencia de que es un arma pacífica definitivamente mejor que las invasiones, los fusiles y las confrontaciones armadas. Es la manera cívica para resolver las diferencias y la tenemos a la vuelta de la esquina. El voto tiene un valor para manifestar nuestras convicciones y creencias. 

Mal hacen quienes irresponsablemente niegan la vía electoral, para luego regresarle la fe a nuestro pueblo en este camino. Después, el respeto que pregonamos y ejercemos a los resultados electorales.

Gobierno y campaña 

Trabajamos en el Gobierno y en la campaña para convencer al pueblo con nuestras ejecutorias, con resultados y nuestra palabra para que nos acompañe, incluso en las más duras dificultades para llevar adelante un plan de trabajo que debe concretarse en los objetivos que pregonó el Libertador de un buen gobierno, basado en la paz, en la estabilidad, en la felicidad de nuestra gente.

En un supuesto, para nosotros negado por cuánto trabajamos para la victoria, de que no nos favoreciera el voto de la mayoría, sin duda como lo aceptó Chávez, como lo aceptó Maduro, como lo aceptamos en el Zulia, entregamos el Gobierno, corregimos errores, nos reorganizamos y relanzamos la lucha pacífica por nuestros ideales.

Medidas indispensables

Pero en el escenario del triunfo, corresponde al Presidente y a nuestra dirigencia, con honestidad y entrega, la urgente responsabilidad para tomar con la fuerza que da el mismo pueblo, las medidas de gobierno indispensables para la estabilidad económica, para la unidad de los venezolanos de bien en la construcción de la recuperación petrolera y más aún la no petrolera; todo lo que sea necesario hacer para la superación de la situación que sufre nuestro pueblo por las agresiones extremistas internas y externas, inclusive la superación de nuestros errores. ¡El compromiso es inmenso!

fariascardenas@gmail.com