Caracas.- Al momento de ser incluido en un lineup, el venezolano Asdrúbal Cabrera ofrece un sin número de alternativas que varían desde suplir alguna vacante en el cuadro interior del diamante hasta esparcir buenas conexiones en la situación exacta. Sin duda, es un pelotero económico para la calidad que expone.

Ciertamente, la edad es un factor que jugó en contra del utility criollo al instante de pescar una oferta en los mares de la agencia libre. Puede que la cifra que los Cascabeles de Arizona colocaron en la mesa (US$ 1.75 millones más bono por desempeño) para convencer al anzoatiguense de mudarse al desierto no haya sido la más tentativa en términos monetarios, pero luce atractiva a nivel de tiempo de juego.

Aunque es temprano para especular sobre roles, es posible que Cabrera sea llamado a custodiar la segunda base. Este movimiento llevaría de regreso al dominicano Ketel Marte a defender el jardín central. En todo caso, Cabrera es apto para desempeñar funciones en la tercera base, si el manager Torey Lovullo se inclina por la opción de que sea Eduardo Escobar quien juegue en la intermedia.

El veterano de 35 años viene de batear para .242 con ocho jonrones y 38 carreras impulsadas en 52 juegos con los Nacionales de Washington durante 2020. En 2019 ganó su único anillo de Serie Mundial. Lo hizo con la franquicia de la capital estadounidense.

Con Washington, en la campaña anterior fue alternado en las esquinas del infield. Como primera base incursionó en 25 compromisos, iniciando como titular en 23 de ellos. En la tercera base jugó 17.

Puede que las adyacencias del campocorto hayan sido el territorio más familiar para Asdrúbal a lo largo de su carrera, pero jugar en otras posiciones del cuadro interior no refleja algo nuevo para él.

Como camarero refleja promedio con el guante de .993, puesto que solo falló en 11 ocasiones de 1.623 chances. En la esquina caliente colecciona 182 duelos (.968 promedio de fildeo) y en la inicial 28 (.995)

Ofensiva que no pasa desapercibida

No se caracteriza por ser el típico jonronero, pero en las zafras que ha tenido la oportunidad de jugar a tiempo completo ha establecido cifras llamativas en lo que a vuelacercas respecta. Inclusive, de pegar 12 batazos de vuelta completa en 2021 redondeará a 200 la cantidad que acumula de por vida en ese departamento.

Fue en 2011, con Cleveland, la campaña en la que Cabrera implantó su cifra tope en bambinazos. Acumuló 25 y de igual forma, estableció marca personal de carreras impulsadas con 92.

Son 13 temporadas en las que el dos veces seleccionado al Juego de Estrellas ha participado en la MLB de forma ininterrumpida desde que se graduó como grandeliga el 8 de agosto de 2007 con los Indios de Cleveland. Adicional a la camiseta del conjunto de Ohio, el oriental colecciona cinco franelas más de equipos adscritos a la Gran Carpa (Rays, Mets, Filis, Rangers y Nacionales). La de Arizona sería la sexta.

En definitiva, son 1.712 juegos en los que ha visto acción el venezolano en las Ligas Mayores (.268 de average, 1.692 hits, 827 rayitas remolcadas y 852 carreras anotadas). A partir del 1 de abril, el también dueño de un Bate de Plata tendrá la oportunidad de consolidar su leyenda como uno de los peloteros más versátiles que ha exportado nuestro beisbol.