Caracas.- Al comenzar las prácticas primaverales nadie daba un céntimo por el veterano lanzador Félix “El Rey” Hernández, tras su funesta última campaña con los Marineros de Seattle, pero ahora vistiendo la camiseta de los Bravos de Atlanta, que le dieron otro chance, demostró que su brazo todavía puede coronar muchas victorias en la Gran Carpa.

Y es que Hernández llegó al campamento de los Bravos, como un novato cualquiera, claro con la etiqueta de ser el “Rey”, arribó sin puesto fijo y lentamente comenzó a labrar una nueva historia en su carrera al erigirse como un seguro lanzador abridor.

La sorpresa se la llevaron los técnicos y aficionados del club en los juegos de pretemporada en los que el carabobeño demostró su capacidad con sus envenenados envíos.

Ya no es la poderosa recta sobre las 97 millas las que le acompañaban al inicio de su carrera. Ahora apela a un repertorio grande que incluye rectas, curvas, cambios, y pare de contar, suficientes para sacar del paso a los más temidos toleteros.

Todavía no está seguro con quedarse en el equipo grande, pero con lo que hizo en las prácticas, muchos entendidos aseguran que se ganó el puesto y es muy factible que sea como lanzador abridor, pues, difícilmente, un club puede dejar sentado en el banco o en el bulpen a una joya como la que exhibe ahora Hernández.

No obstante, Hernández llega a los Bravos con un contrato de un millón de dólares por una temporada, si es que lograba quedarse en el equipo grande, negocio que resultó una verdadera ganga para los directivos del club, que valoraron su trayectoria de éxitos con Seattle.

En los juegos de la pretemporada, Hernández en 13.2 innings solo aceptó tres carreras limpias, con 14 ponches y cinco bases por bolas, numeritos suficientes para abrirle un cupo de oro al experimentado serpentinero.