Después de años siendo bloqueado por jugadores más experimentados como Jurickson Profar en segunda base el año pasado, y por Jed Lowrie las dos temporadas anteriores, Barreto se reportó a los entrenamientos con la posición sin dueño luego de que Profar fuera cambiado a los Padres en diciembre.

“Es diferente para él”, dijo Bob Melvin, el manager de Oakland, sobre la nueva situación de Barreto. “En el pasado, sabíamos cuál iba a ser el desenlace, pero ahora no. Tiene una oportunidad en la que, si tiene el tipo de primavera que ha tenido antes, va a ser difícil no verlo como parte de la dinámica, bien sea como alguien se alterne dependiendo del pitcher o un rol de regular”. 

“Ahora mismo no tiene a nadie en particular por delante. Esta es su mejor oportunidad”, añadió el piloto.

Adquirido por los Atléticos en el cambio del 2014 que mandó a Josh Donaldson a los Azulejos, Barreto ha sido considerado el segunda base del futuro de Oakland por prácticamente cinco años. 

Después de limitadas estadías con el equipo grande las últimas tres temporadas, el jugador de 23 años ya no tiene más opciones de ligas menores, lo que quiere decir que el club tendría que colocarlo en waivers si no lo colocan en el roster del Día Inaugural.

Consciente de lo importante de la situación, Barreto se quedó en Florida durante el invierno, donde empezó a entrenar para sumar musculatura y a batear junto a sus compatriotas Carlos González y Grégor Blanco a principios de noviembre. 

Los músculos son notables, y Melvin dijo que llegó viéndose “ancho” al campamento.

“Él sabe que el trabajo es suyo salvo que lo pierda. Necesita aprovechar ese momento ahora mismo”, dijo Eric Martins, coach de bateo asistente los Atléticos, que ha trabajado como coach de bateo las últimas cuatro temporadas en las menores. 

El veterano infielder Ryan Goins, que firmó un contrato de ligas menores, también podría entrar en carrera. Pero donde Barreto podría tener la ventaja es en su tendencia a tronar con fuerza en el Spring Training.

A lo largo de los años, Barreto ha destacado primavera tras primavera, como hizo el año pasado cuando bateó .351/.429/.541 en la Liga del Cactus. Los Atléticos normalmente no le dan mucho valor a lo que haga un pelotero en los entrenamientos, pero visto que hay competencia por el puesto, las estadísticas tendrán que ser parte de la ecuación.

“Si él viene y hace lo que usualmente hace en el Spring Training y entiende que se ganó el trabajo bien ganado y que va a ver acción de forma consistente, eso le va a permitir ser el jugador que todos queremos ver y que sabemos qué es capaz de hacer”, indicó Martins. 

“Sólo necesita esa oportunidad para jugar por un tiempo y estar cómodo. Da miedo pensar en este lineup si podemos contar con el verdadero Franklin Barreto en las Grandes Ligas”.

Aunque en el pasado Barreto ha tratado de trabajar en su swing durante los entrenamientos, esta vez no ha cambiado demasiado, más allá de bajar sus manos un poco y tratar de no moverlas demasiado, para poder quedarse atrás, algo que dijo lo ayudará a reconocer mejor los envíos.

Su enfoque ahora está puesto en hacer el equipo y unirse a jugadores como Matt Chapman, Matt Olson y Chad Pinder, peloteros que ascendieron desde las menores, como un contribuyente en la causa de los Atléticos por llegar a otros playoffs.

“Realmente no cambie nada, sólo empecé a trabajar más ahora que estoy viviendo en Estados Unidos”, dijo Barreto. “Traté de aprovechar eso para trabajar en mi cuerpo y he estado bateando desde noviembre”.