Caracas.- Barquisimeto se viste de gala para alojar las últimas incidencias de la temporada 2019-2020 en el beisbol venezolano. Este domingo, Cardenales tendrá que defender su nido a toda costa de unos Caribes que pretenden no darle más cabida al asunto y coronarse en seis duelos.
Raúl Rivero es el designado por Luis Ugueto, manager de Lara para afrontar la hora cero desde el montículo. El experimentado derecho cumplió una apertura de calidad ante la ofensiva oriental, limitándolos a solo una rayita en espacio de seis innings en el primer careo de la serie final.
El cumanés sabe como desenvolverse en este tipo de situaciones. En su hoja de vida tiene cinco finales (todas vistiendo el uniforme de Cardenales).
Por su parte, la Tribu pondrá en marcha el mismo plan que le otorgó dos victorias de forma consecutiva: el empleo de lanzadores zurdos.
Wilfredo Ledezma será la contraparte de Rivero en la jornada dominical. El pitcher siniestro lució inmenso ante los bates crepusculares con seis sólidos capítulos en el segundo desafío de la serie. En ese trayecto solo permitió una carrera limpia.
Al igual que el iniciador de Lara, Ledezma cuenta con la experiencia suficiente para manejar este escenario. Son cinco las series finales en las que el oriundo de Guárico ha lanzado. Tres fueron con los Tigres de Aragua, una con las Águilas del Zulia y ahora con Caribes.
Aunque los pájaros rojos llegan al Antonio Herrera Gutiérrez al borde del abismo, ostentan el mejor average colectivo de la disputa. Con un .259, resultado de 42 hits en 162 turnos legales, Lara aventaja de forma cómoda el .213 que expone Caribes. La diferencia es que los artilleros orientales han podido carburar en momentos de extrema urgencia.
Respecto a términos de pitcheo, las estadísticas son casi similares. En este departamento Anzoátegui mantiene el control, pero no de forma amplia. Los brazos indígenas exponen efectividad de 2.66, mientras que los escopeteros crepusculares lucen un respetable 2.70.
El buen momento ofensivo por el que atraviesa René Reyes (.438) será vital en el rumbo que pueda tomar la escuadra anzoátiguense. Asimismo, las conexiones certeras de César Valera (cuatro impulsadas) y Willians Astudillo ( tres fletes) serán un requisito importante para definir la confrontación.
En ese sentido, los larenses apuestan a que la producción de Luis Jiménez y Yordanys Linares ( cuatro remolques por lado) se mantenga intacta o aumente. Lara necesita más que nunca que se mantenga la consistencia de Osman Marval.
Raúl Rivero es el designado por Luis Ugueto, manager de Lara para afrontar la hora cero desde el montículo. El experimentado derecho cumplió una apertura de calidad ante la ofensiva oriental, limitándolos a solo una rayita en espacio de seis innings en el primer careo de la serie final.
El cumanés sabe como desenvolverse en este tipo de situaciones. En su hoja de vida tiene cinco finales (todas vistiendo el uniforme de Cardenales).
Por su parte, la Tribu pondrá en marcha el mismo plan que le otorgó dos victorias de forma consecutiva: el empleo de lanzadores zurdos.
Wilfredo Ledezma será la contraparte de Rivero en la jornada dominical. El pitcher siniestro lució inmenso ante los bates crepusculares con seis sólidos capítulos en el segundo desafío de la serie. En ese trayecto solo permitió una carrera limpia.
Al igual que el iniciador de Lara, Ledezma cuenta con la experiencia suficiente para manejar este escenario. Son cinco las series finales en las que el oriundo de Guárico ha lanzado. Tres fueron con los Tigres de Aragua, una con las Águilas del Zulia y ahora con Caribes.
Aunque los pájaros rojos llegan al Antonio Herrera Gutiérrez al borde del abismo, ostentan el mejor average colectivo de la disputa. Con un .259, resultado de 42 hits en 162 turnos legales, Lara aventaja de forma cómoda el .213 que expone Caribes. La diferencia es que los artilleros orientales han podido carburar en momentos de extrema urgencia.
Respecto a términos de pitcheo, las estadísticas son casi similares. En este departamento Anzoátegui mantiene el control, pero no de forma amplia. Los brazos indígenas exponen efectividad de 2.66, mientras que los escopeteros crepusculares lucen un respetable 2.70.
El buen momento ofensivo por el que atraviesa René Reyes (.438) será vital en el rumbo que pueda tomar la escuadra anzoátiguense. Asimismo, las conexiones certeras de César Valera (cuatro impulsadas) y Willians Astudillo ( tres fletes) serán un requisito importante para definir la confrontación.
En ese sentido, los larenses apuestan a que la producción de Luis Jiménez y Yordanys Linares ( cuatro remolques por lado) se mantenga intacta o aumente. Lara necesita más que nunca que se mantenga la consistencia de Osman Marval.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones