Caribes se metió en la serie final al no desperdiciar un segundo chance
La Tribu de Anzoátegui no ha perdido en playoff desde que fue barrida por Águilas del Zulia
Luego de ganar un juego extra, del que dependía su estadía en la postemporada, los Caribes de Anzoátegui barrieron en cuatro duelos a los Tiburones de La Guaira para convertirse en los primeros aspirantes a conseguir el campeonato de la temporada 2019-2020 en la LVBP.
La Tribu retomó viejas costumbres y aceleraron su marcha en la hora cero, justo después de ser despachados por las Águilas en la primera ronda de los playoffs. De hecho, luego de ser desestabilizados por el Zulia, no perdieron ninguno de los cinco compromisos que tuvieron que disputar.
Solo ocho carreras, de las cuales siete fueron limpias, fue la cifra de rayitas que toleró el pitcheo anzoatiguense ante el ataque salado en espacio de 43 innings. Por el contrario, la ofensiva oriental castigó a los brazos guairistas con 16 carreras limpias en 41 actos más un tercio.
Caribes es el equipo que presentó más solvencia desde el montículo en la semifinal. Su efectividad colectiva fue de 1.47. También los escopeteros indígenas comandaron el departamento general de ponches en cuatro juegos con 31.
Logan Darnell fue el único abridor que se acreditó una victoria en la serie. Los relevistas Andrés Pérez, José Ascanio y Ángel Duno, respectivamente, fueron los ganadores en los desafíos posteriores.
Sabor amargo
La forma en la que asimilaron quedar fuera de la clasificación los Tiburones de La Guaira no fue la más adecuada para el espectáculo que representa el circuito criollo.
Resulta normal que un manager exprese sus inquietudes ante un árbitro con los ánimos caldeados, tal cual lo hizo Renny Osuna con el principal Carlos Leal. En cierto modo, luce a estrategia para despertar al conjunto.
Lo lamentable del caso, fue la discordia en la que se vieron involucrados el mismo Osuna, con Luis Villegas y Danry Vásquez.
La Tribu retomó viejas costumbres y aceleraron su marcha en la hora cero, justo después de ser despachados por las Águilas en la primera ronda de los playoffs. De hecho, luego de ser desestabilizados por el Zulia, no perdieron ninguno de los cinco compromisos que tuvieron que disputar.
Solo ocho carreras, de las cuales siete fueron limpias, fue la cifra de rayitas que toleró el pitcheo anzoatiguense ante el ataque salado en espacio de 43 innings. Por el contrario, la ofensiva oriental castigó a los brazos guairistas con 16 carreras limpias en 41 actos más un tercio.
Caribes es el equipo que presentó más solvencia desde el montículo en la semifinal. Su efectividad colectiva fue de 1.47. También los escopeteros indígenas comandaron el departamento general de ponches en cuatro juegos con 31.
Logan Darnell fue el único abridor que se acreditó una victoria en la serie. Los relevistas Andrés Pérez, José Ascanio y Ángel Duno, respectivamente, fueron los ganadores en los desafíos posteriores.
Sabor amargo
La forma en la que asimilaron quedar fuera de la clasificación los Tiburones de La Guaira no fue la más adecuada para el espectáculo que representa el circuito criollo.
Un equipo que lució tan unido mientras los resultados eran positivos se desmoronó cuando no se encontró la fórmula para salir del atolladero.
Resulta normal que un manager exprese sus inquietudes ante un árbitro con los ánimos caldeados, tal cual lo hizo Renny Osuna con el principal Carlos Leal. En cierto modo, luce a estrategia para despertar al conjunto.
Lo lamentable del caso, fue la discordia en la que se vieron involucrados el mismo Osuna, con Luis Villegas y Danry Vásquez.
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