A propósito de que diciembre es un mes de tradiciones, Caribes de Anzoátegui lo aprovecha para ejecutar ciertos hábitos que vienen colocando en práctica a lo largo de varias temporadas: Encender las turbinas en el último mes de ronda regular.
Trabajar bajo presión no es novedad para el combinado oriental. De hecho, aunque están a un juego por debajo de .500, los primeros seis duelos disputados en el mes que transcurre, manifestaron señales de que pronto su balance de ganados y perdidos puede tomar una dirección más próspera.
Durante ese lapso, Caribes solo perdió un encuentro y se embolsilló cinco victorias de forma consecutiva. La ofensiva fabricó 33 carreras, mientras que el pitcheo concedió 19 anotaciones.
El importado Denis Phipps junto al criollo René Reyes han colocado sobre sus hombros la responsabilidad de remolcar rayitas. De la misma forma, la producción instantánea de Balbino Fuenmayor ratifica el peligro que significa la artillería indígena.
Entre Phipps, Reyes y Fuenmayor acumulan un total de 62 carreras producidas, es decir, más de la mitad de las 94 que ha producido el sotanero Bravos de Margarita. En ese sentido, Phipps y Reyes figuran entre los mejores cinco impulsores del circuito.
Los siguientes en la lista en el departamento de remolques colectivo –después de las Águilas (168)–, son los Caribes (155), que, por cierto, mantienen una buena ventaja sobre su rival más cercano, Tiburones de La Guaira (126).
Si bien es cierto el pitcheo de Anzoátegui no es tan envidiable como su ofensiva, se las ha ingeniado para solventar situaciones de apremio. La referencia principal entre los abridores de la Tribu es el cubano Francisley Bueno.
El antillano expone balance de 3-1 con 3.38 de efectividad y 15 ponches propinados en espacio de 26 innings más dos tercios. Con respecto al cuerpo de relevistas, Luis Rengel es el que mejor se ha desempeñado en 14 salidas con 1.00 de EFE y 9 ponches propinados en igual cantidad de episodios.
Trabajar bajo presión no es novedad para el combinado oriental. De hecho, aunque están a un juego por debajo de .500, los primeros seis duelos disputados en el mes que transcurre, manifestaron señales de que pronto su balance de ganados y perdidos puede tomar una dirección más próspera.
Durante ese lapso, Caribes solo perdió un encuentro y se embolsilló cinco victorias de forma consecutiva. La ofensiva fabricó 33 carreras, mientras que el pitcheo concedió 19 anotaciones.
El importado Denis Phipps junto al criollo René Reyes han colocado sobre sus hombros la responsabilidad de remolcar rayitas. De la misma forma, la producción instantánea de Balbino Fuenmayor ratifica el peligro que significa la artillería indígena.
Entre Phipps, Reyes y Fuenmayor acumulan un total de 62 carreras producidas, es decir, más de la mitad de las 94 que ha producido el sotanero Bravos de Margarita. En ese sentido, Phipps y Reyes figuran entre los mejores cinco impulsores del circuito.
Los siguientes en la lista en el departamento de remolques colectivo –después de las Águilas (168)–, son los Caribes (155), que, por cierto, mantienen una buena ventaja sobre su rival más cercano, Tiburones de La Guaira (126).
Si bien es cierto el pitcheo de Anzoátegui no es tan envidiable como su ofensiva, se las ha ingeniado para solventar situaciones de apremio. La referencia principal entre los abridores de la Tribu es el cubano Francisley Bueno.
El antillano expone balance de 3-1 con 3.38 de efectividad y 15 ponches propinados en espacio de 26 innings más dos tercios. Con respecto al cuerpo de relevistas, Luis Rengel es el que mejor se ha desempeñado en 14 salidas con 1.00 de EFE y 9 ponches propinados en igual cantidad de episodios.
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