Madrid.- Si Lionel Messi no viene al rescate del Barcelona, nadie lo hará. El delantero argentino ha salvado al club una y otra vez a lo largo de su carrera, con goles extraordinarios y asistencias increíbles que han llevado al club a docenas de títulos a lo largo de los años.
Y fue su notable desempeño en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones contra el Liverpool lo que ayudó a Barcelona a superar una noche de descanso por parte del resto del equipo. Messi anotó dos goles la semana pasada para poner al Barcelona en posición de llegar a la final por primera vez en cuatro años.
Pero cuando Barcelona volvió a luchar colectivamente en la segunda etapa, Messi no pudo cambiar las cosas.
Liverpool revirtió la derrota por 3-0 del Camp Nou con una espectacular victoria por 4-0 en Anfield, extendiendo la sequía del título europeo de Barcelona por un año más.
La derrota destacó la dependencia de Barcelona de Messi, quien tuvo una sólida actuación pero no pudo producir más goles épicos para mantener al equipo en el torneo.
"`No debemos culpar a nadie", dijo el entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde. ``"`Somos un equipo en las situaciones buenas y en las situaciones malas. Al final, es el entrenador quien tiene que asumir la responsabilidad".
El diario deportivo catalán Sport calificó la derrota de Barcelona como "el peor ridículo de la historia" del club, diciendo que el resultado en Inglaterra es "imperdonable".
Un video reproducido en línea por los medios españoles mostró lo que parecían ser fanáticos de Barcelona confrontando verbalmente a los jugadores del equipo en el aeropuerto de Liverpool después del partido.
El jugador argentino fue golpeado por jugadores del Liverpool desde el comienzo el pasado martes, en un momento en el que el defensa Andrew Robertson le hizo un gesto con la cabeza mientras se preparaba para despegar.
Pero la "Messidependencia" no funcionó en esta importante ocasión.
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