En el estadio Universitario de Caracas los fanáticos de Tiburones de La Guaira experimentaron esta semana una sensación de dejá vu especial. El grandeliga Gregor Blanco apareció en el lineup escualo por primera vez en seis años e inevitablemente el Ávila al fondo, la samba en las tribunas y el sonido interno anunciando al “tiburón blanco” se combinaron para que la afición viajara en el tiempo a épocas maravillosas, especialmente la zafra 2011-2012 en la que se metieron en la final por primera vez en 24 años.
El jardinero, que alineó como primer bate del equipo, no jugaba en el país desde la campaña siguiente a ese gran año en que los guaristas estuvieron a un paso de conseguir el título que les ha sido esquivo desde 1986.
Y es precisamente esa deuda pendiente la que motivo al caraqueño a regresar a la LVBP, en sintonía con José “Cafecito” Martínez y Miguel Rojas, para buscar el ansiado campeonato.
“Extrañaba a Tiburones, la samba, la afición y de verdad desde el momento en que “Café” y Miguel comenzaron a hablar de reunirnos todos aquí pues encontré una excusa para venir y buscar ese campeonato que tanto deseo para mi equipo. Para mi sorpresa llegue y encontré a una familia, siempre había visto en ese dugout camaradería y profesionalismo, pero hoy por hoy hay unión, hay amor, hay hermandad, todos esforzándose por un mismo objetivo. Estoy de feliz de ser parte de eso”, señaló el outfielder reconocido siempre por la elegancia con la que cubre los jardines.
Blanco sostuvo que siempre es grato regresar a este circuito en el que indudablemente ha destacado y tiene dos anillos de campeón, uno con Tigres de Aragua (2006) y el otro con los Leones del Caracas (2010).
Nadie olvida el jonrón que le jardinero le dio al cerrador Francisco “El Kid” Rodríguez en aquella histórica tercera final entre los eternos rivales del beisbol venezolano que se jugó en la 2009-2010 y lo distinguió como MVP.
Tampoco se le ha olvidado a los guairistas la actuación de Gregor en la temporada 2011-2012, en la que también fue reconocido como el jugador más valioso al terminar bateando para .337 con cuatro jonrones y 23 impulsadas en 57 compromisos. Es una figura insigne de esa franquicia y así fue recibido en el parque de la UCV. Como si el tiempo no hubiese pasado.
“Volver y que los fanáticos se emociones, te pidan autógrafos, sonrían al verte es especial. Estuve varios años sin venir porque bueno es complicado cuando uno está ya establecido en un país y tiene familia, pues o los dejas solos y vienes o los traes a todos, y aunque parezca fácil no lo es. Afortunadamente este año logre venir y solo quiero disfrutarlo al máximo”.
El caraqueño, de 34 años y nueve temporadas de experiencia en Las Mayores destacó la calidad del beisbol venezolano y la oportunidad que esta liga le ofrece a quienes quieren buscan una nueva oportunidad en el beisbol organizado como es su caso.
El criollo viene de ver acción con los Gigantes de San Francisco en apenas 68 juegos en los que bateó para .217. y ahora mismo es agente libre.
“Quiero aprovechar esta oportunidad para que la gente vea que estoy sano, estoy en condiciones, que aun soy veloz y puedo aportar con el bate. Voy a estar aquí hasta donde llegue el equipo y voy a buscar ayudar independientemente el rol que me asignen. Tengo mucha fe en volver a las mayores y completar una década como grandeliga”, concluyó.
Blanco, que debutó en la zafra 2002-2003, ha jugado 11 temporadas con los Tiburones para un promedio de por vida de .306, 19 jonrones y 123 remolcadas nada más en ronda regular, pues en postemporada –siete en su haber- se hace aún más peligroso y liga para .316 con nueve estacazos 12 impulsadas.
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