Triunfantes, alegres y entusiastas, así llegaron ayer a la redacción de El Universal, los campeones olímpicos juveniles Katherine Echandia, María Giménez y Carlos Páez, para compartir algunos detalles de lo que fue la brillante actuación que tuvieron en la recién finalizada justa de Buenos Aires 2018.

Acompañados de sus familiares más cercanos y ataviados con los uniformes que utilizó la delegación criolla en la justa, los noveles atletas exhibieron con orgullo cada una de las tres preseas doradas que conquistaron a pulso y con mucha gallardía en las disciplinas de judo y levantamiento de pesas, respectivamente.

"Ha sido una experiencia única. El hecho de haber sido abanderada no me sometió a ninguna presión extra, dado que no me dejé llevar por eso. Siempre estuve concentrada en mis objetivos y cuando llegó el día de la competencia me puse para lo que estaba, dar lo mejor de mí y dejar el nombre de Venezuela bien en alto", aseguró con mucho énfasis Echandia, quien se colgó el metal dorado en la categoría de -44 kilogramos en el levantamiento de pesas.

La carabobeña de 17 años labró el camino al oro tras levantar 72kg en arranque y 90kg en envión, para sumar 162 kilos en total, quedando a solo tres kilogramos del récord mundial juvenil que ostenta la norcoreana Ri Song Gum, desde 1992.

Tras conquistar la medalla de oro, Echandia confesó que por su mente pasaron muchas cosas, "fue una mezcla de sentimientos, entre nervios, alegría y orgullo. Sin duda alguna fue un momento impactante".

En tanto la judoca María Giménez, quien conquistó lo más alto del podio en la final de los 44kg, tras batir por ippon a la representante de la India, Tababi Thangjam, indicó que poco antes de competir sentía los nervios y ansias de rigor.

"Tenemos que creer mucho en nosotros para lograr lo que queremos, ninguno compite pensando en perder, sino en lograr el mejor resultado posible, eso sí, yendo paso a paso y viendo como los sacrificios dan muy buenos frutos", aseveró Giménez, quien ahora apuesta a subir de categoría para poder competir por un lugar en la selección nacional adulta.

La bolivarense no dudó en asegurar que se enfocó por completo en recuperar su confianza, dado que en ocasiones durante las competencias suele perderla. "Estuve mucho más tranquila y una vez en el combate, luego que proyecté a mi rival y logré ganar, la emoción que tuve fue indescriptible".

Por su parte, el también judoca criollo Carlos Páez, ofreció detalles de lo interesante que resultó su experiencia en Buenos Aires. El oriundo de San Fernando de Apure conquistó el oro olímpico juvenil en la prueba de equipo mixtos, donde compartió honores en el combinado de Beijing con representantes de Croacia, Italia, Bielorrusia, Uzbekistán, China Taipei y México.

"Como pudimos nos entendíamos a través del lenguaje de señas y mediante el nombre de las técnicas, dado que eso no cambia, así fue como pudimos apoyarnos los unos a los otros para poder superar los y alcanzar lo más alto del podio", dijo.

Con un futuro prominente

El trío de medallistas dorados logró superar las actuaciones previas que había tenido Venezuela en este tipo de competiciones, justamente en disciplinas como las de judo y pesas, donde Pedro Pineda (Singapur 2010), Elvismar Rodríguez (Nanjing 2014) y Génesis Rodríguez (Singapur 2010), habían logrado subir al podio al colgarse la medalla de bronce.

Todos saben que para poder continuar cosechando nuevos éxitos deberán prepararse con mucho más ahínco de cara a las próximas competiciones, entre ellas la de Tokio 2020.

Justamente en menos de dos semanas Echandia partirá a Turkmenistán donde verá acción en su primer Mundial adulto, que será clasificatorio para la justa olímpica nipona, al igual que el Sudamericano en Ecuador en el que participará poco después. Al igual que la pesista, Giménez y Páez, continuarán preparándose arduamente para lograr participar y brillar en los Juegos Panamericanos de 2019 que recibirá Lima (Perú).