Los Cardenales de Lara han quedado muy cerca de lograr su primer campeonato de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional desde 2001. Son dos finales consecutivas en las que la novena crepuscular llegó a la fase decisiva con amplio favoritismo y perdió, pero en este temporada tienen una razón mayor para pensar que "a la tercera va la vencida".
Con la Serie del Caribe a realizarse en Barquisimeto en 2019, Cardenales no tiene un mejor escenario para detener la sequía de títulos representando a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) en el torneo caribeño que recibirá el estadio Antonio Herrera Gutiérrez a principios de febrero.
El núcleo de peloteros que ha llevado a los "Pájaros Rojos" instancias cimeras en las últimas temporadas estará jugando desde temprano y, lo que es más importante, sin restricciones.
Es así que los bateadores de la talla de Jesús Montero, José Castillo, el cubano Rangel Ravelo, Juniel Querecuto, Luis Valbuena, Carlos Rivero, aparte de los lanzadores Raúl Rivero, Jorge Martínez y Ricardo Gómez estarán desde octubre a disposición del manager de la escuadra, José Moreno. Pero allí no se detiene la fortaleza crepuscular, ya que luego se incorporarán piezas de gran valía como Ildemaro Vargas, el grandeliga Francisco Arcia y Néstor Molina.
Además, la gerencia crepuscular estuvo particularmente activa, asegurando una importación que se adapta perfectamente a las exigencias del club. En este sentido Cardenales contará con tres toleteros de mucha calidad como Dennis Phipps y Alejandro De Aza y el cubano Henry Urrutia, líder bate en la pasada temporada. Urrutia se reportará en la segunda parte de la campaña.
Lara pareciera tener todas las herramientas para volver a ser protagonista, pero debe plasmarlo en el terreno a la hora de la verdad.
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