Caracas.- No pocos aficionados a la Fórmula 1 aseguran que la privilegiada posición que regenta el piloto neerlandés Max Verstappen en los últimos tiempos, se debe fundamentalmente a la potencia y versatilidad del modelo RB20 de Red Bull que conduce, pero eso no es tajantemente cierto, ya que en el contexto también influyen factores como la suerte, más la perseverancia, el talento, personalidad y garra del driver de los Países Bajos. No hay que olvidar que el mexicano Sergio “Checo” Pérez cuenta con la mayoría de los adelantos tecnológicos que maneja la escudería austríaca y ya ven los resultados.
Desde 2022, cuando inició su hegemónica presencia en la categoría, Max Verstappen pudo valorar esta tendencia que esgrimían especialistas y buena parte de los seguidores de la F1 en todo el mundo, quienes le restaban méritos a su estilo de conducción y todo se lo atribuían a su bólido.
Esas manifestaciones se hicieron aún más fuertes en la temporada de 2023, cuando consiguió la cifra récord de victorias en un mismo año con 19 de las 22 carreras pautadas, agenciando una brutal efectividad del 86.36% del total del calendario.
Pero en esa pasada temporada, el piloto español de Ferrari, Carlos Sainz, negó que el éxito de “Mad Max” se debía solo a la potencia de Red Bull, dejando en claro que incluso en carreras o clasificaciones difíciles en las que podía haber cometido un error, jamás el campeón había fallado.
Y ahora, desde el Grand Prix de Miami, el neerlandés ya no cuenta con la superioridad de antes, y en varias pistas como Imola, Mónaco y recientemente Canadá, no ha contado con el auto más rápido. Pero en dos de ellas logró ganar.
El “Gran Circo” viaja ahora a Europa, donde Verstappen será evaluado de nuevo. ¿Podrá seguir ganando? Sea como fuere, es el primer aspirante..
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